|| Rodolfo Gamarra
El cambio de las costumbres gastronómicas puede generar aumento de peso y altos niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre
Son muchos los problemas de salud que se pueden atribuir a los excesos cometidos por las personas durante la temporada navideña. En los países acostumbrados a este tipo de celebración de Navidad y despedida de año es habitual el consumo excesivo de bebidas azucaradas, alimentos altos en colesterol y el abuso del alcohol.
Entre los principales padecimientos producto de los excesos se pueden citar problemas digestivos, aunado al cambio de las costumbres gastronómicas, que no solo pueden generar aumento de peso, sino altos niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre, que afectan órganos del cuerpo como riñones, hígado y cerebro.
El doctor Ramón Rubio, presidente del Colegio de Médicos del estado Aragua, indicó que las consecuencias pueden ser más graves cuando el paciente sufre de patologías como hipertensión, diabetes y trastornos endocrinos, que suelen agravarse.
Rubio destacó la importancia de “retornar estilos de vida saludables”, disminuir la ingesta de alimentos de alto contenido calórico como grasas y harinas refinadas, así como consultar a su médico en caso de presentar síntomas de alarma.
“En la dieta saludable es vital disminuir el consumo de carnes rojas y de alcohol. El médico debe considerar una dieta saludable que se adecúe a las necesidades de cada quien y según su estilo de vida”, enfatizó Rubio.
CUIDAR EL CORAZÓN
Investigaciones recientes corroboran que abusar de las frituras puede tener efectos dañinos en las arterias y aumentar las posibilidades de desarrollar enfermedades cardiacas.
Según los especialistas de la medicina, para que el corazón goce de salud también es recomendable esquivar la pizza, los fritos y los aperitivos salados, ya que consumir excesivamente estos alimentos incrementa en 16% las probabilidades de sufrir un ictus o accidente cerebrovascular.
Una mala alimentación sobrada de grasas tiene también un impacto en las bacterias del intestino, lo que afecta la digestión de la fibra.
Comer demasiados alimentos grasos o beber mucha bebida azucarada provoca aumento de peso, hipertensión arterial e hiperglucemia