El coleto es un utensilio de limpieza con protagonismo en los hogares. Este elemento nos facilita una de las labores domésticas que más requiere de nuestra atención, la limpieza.
A este implemento se le conoce con gran variedad de nombres, como, fregona, lampazo, trapeador, trapero, mopa, lava suelos o trapo de piso.
Independientemente de cómo lo conozcas en casa, debes saber que éste también requiere de un mantenimiento para evitar la proliferación de virus y bacterias en el hogar.
El coleto como utensilio de limpieza
Este instrumento generalmente está fabricado con tela sintética y pabilo de algodón. Suelen ser una pieza plana de tela o en tiras de tela sujetas a un palo que se utiliza para barrer y trapear.
Cabe acotar que, aunque su función es limpiar, ellos también requieren de un correcto mantenimiento que garantice su vida útil.
¡Manos a la obra!
Luego de utilizar el coleto, es necesario lavarlo para eliminar la suciedad que recogió durante la limpieza de la casa. Para ello sumerge este utensilio de limpieza en una solución de agua caliente y vinagre, mínimo durante una hora antes de proceder a lavarlo a mano. Si lo deseas, puedes utilizar detergente líquido o en polvo para acabar con el resto de suciedad, luego enjuaga con abundante agua.
Finalmente, cuelga el coleto directo al sol. Esta exposición es muy efectiva para eliminar el olor a humedad tan común en estas piezas.
Otra alternativa es colocarlos a lavar dentro de la lavadora con detergente y un chorrito de vinagre, que ayude a eliminar la suciedad y los malos olores.
Además, como opción, puedes recurrir al bicarbonato de sodio para ayudar a neutralizar los olores y mantener el coleto limpio y fresco. ¿Cómo se usa? Una vez esta herramienta de limpieza esté limpia y seca, espolvorea una generosa cantidad de bicarbonato de sodio y deja que repose durante varias horas, luego sacude, enjuaga nuevamente el coleto y coloca a secar antes de volverlo a utilizar.
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