La rutina de belleza a los 30 años debe ser un poco más rigurosa, aunque como señalan los expertos, el cuidado de la piel debe ser a cualquier edad.
No obstante, a partir de los treinta debe ser más estricta porque es cuando la piel comienza a reflejar los daños provocados por el sol, las consecuencias de la mala alimentación, el consumo de alcohol, etc.
Es decir, a partir de esta edad, las líneas de expresión, las manchas y otras imperfecciones puede resultar más evidentes.
Para evitar mayores daños en tu piel, conoce lo que recomiendan los expertos que no debería falar en tu rutina de belleza a los 30 años.
INCLUYE EN RUTINA DE BELLEZA A LOS 30 AÑOS
Entre las recomendaciones de los expertos se encuentran, optar por un tratamiento que ayude a estimular el colágeno y que le permita lograr más firmeza y luminosidad al rostro. Como opciones se tiene los peelings químicos, la mesoterapia con vitaminas y ácidos hialurónicos, y la radiofrecuencia. Estos tratamientos estimulan y renuevan la piel, aportan nutrientes, hidratan y hasta previenen la flacidez.
También conviene aplicarse productos hidratantes como, sérum, cremas hidratantes, protector solar y la crema para el contorno de los ojos.
La clave está en a partir de esta edad, incluir productos antiedad; es decir, comenzar a usar productos que se centren en prevenir las líneas de expresión y las arrugas. Incluso, prevenir el tono desigual de la piel, entre otros signos notables a esta edad.
¿QUÉ HACER?
Cuando de establecer una rutina de belleza a los 30 años se trata, es esencial consultar con un médico dermatólogo que te oriente acerca de qué es lo que realmente necesita tu piel, y qué productos recomienda.
Mientras que logras concertar la cita con el especialista, puedes incluir en tu rutina:
– Limpieza mañana y noche, esto es imprescindible, incluso si no acostumbras a maquillarte. Una buena limpieza ayuda a eliminar la suciedad acumulada, las células muertas y demás impurezas en el rostro.
– Aplicarse sérum después de cada limpieza debe convertirse en una regla.
– Colocarse crema hidratante con vitamina C y E, además, de la crema del contorno de ojos cada mañana.
– Usar protector solar diariamente, hasta cuando el día esté nublado.
– Antes de dormir, luego de la respectiva limpieza, aplicar una crema especial para tu tipo de piel y con características específicas para un tratamiento nocturno.
– Realizar una exfoliación semanalmente y aplicarse una mascarilla natural que ayude a nutrir e hidratar la piel.
Con información de 2001