Los perros de apoyo emocional están transformando las vidas de numerosos veteranos al convertirse en una herramienta clave para superar el transtorno de estrés postraumático (TEPT).Lejos de ser simples mascotas, estos compañeros caninos ofrecen una conexión emocional y un soporte invaluable que ayuda a aliviar los síntomas de este trastorno.Con investigaciones respaldando su efectividad, los perros de apoyo se están consolidando como alternativas importantes para el tratamiento contra el TEPT.
El TEPT es una afección de salud mental que se desarrolla después de vivir o presenciar un evento traumático, de acuerdo con Medline Plus. Es normal sentir miedo tras una experiencia traumática, pues el cuerpo reacciona con una respuesta de “lucha o huida” para protegerse, aumentando el estado de alerta y la respuesta física.
Con el tiempo, la mayoría se recupera, pero las personas con TEPT continúan sintiéndose estresadas y atemorizadas mucho después del evento. En algunos casos, los síntomas pueden aparecer tardíamente o fluctuar con el tiempo.
Compañeros para preservar la paz
Compañeros para preservar la paz
Los perros de servicio pueden ser una intervención complementaria efectiva para el TEPT relacionado con el servicio militar, de acuerdo con el estudio publicado en junio de este año, Perros de servicio para veteranos militares con trastorno de estrés postraumático. Un ensayo controlado no aleatorio de JAMA Network Open.
La investigación se basó en un estudio con 156 veteranos, algunos de los cuales recibieron un perro de servicio mientras otros permanecieron en una lista de espera, ambos con acceso libre a tratamientos habituales de salud mental.
Después de tres meses descubrieron que los veteranos con perros de servicio presentaron menos síntomas de TEPT, menor ansiedad y depresión, y una mejor calidad de vida y salud social en comparación con aquellos en lista de espera. Los participantes también experimentaron menos aislamiento social y un mayor sentido de compañerismo.
Uno de los casos es el del cabo retirado del Cuerpo de Marines, Mark Atkinson, quien a sus 38 años, regresó de Afganistán con TEPT y depresión severa, enfrentando insomnio y ansiedad.
En 2020, adoptó a Lexi, una cane corso rescatada de un ambiente de abuso. Desde que ambos se integraron a Dogs 4 Valor, Atkinson ha logrado enfrentar sus miedos, saliendo más de casa y desarrollando habilidades sociales. “Lexi me anima a salir y ser más sociable”, explica Atkinson a AP News, quien también ha encontrado apoyo en la comunidad de veteranos que asiste al programa.
Con información de Infobae