El limón es una fruta que puede ser empleada en la cocina de muchas formas, con este ingrediente se realizan bebidas, postres, helados y hasta algunas recetas saladas.
Además, es un aliado al momento de limpiar y desinfectar diferentes áreas dentro del hogar.
No obstante, al momento de comprarlos siempre existe la duda de si el que estamos llevando a casa tiene suficiente jugo para extraerle y aprovecharlo al máximo.
Si eres una de las personas que le encanta esta fruta, pero se cohíbe de comprarla por no saber si está en su punto, te contamos cómo identificar esta característica.
Lo que debes saber sobre el limón
Es el fruto del limonero, los botánicos creen que es originario del Sudeste de Asia, entre el Himalaya y China. Llegó a Europa en el siglo XIII de la mano de los pueblos árabes.
Este fruto es rico en vitamina C, razón por la cual es altamente consumido para evitar catarros y resfriados entre grandes y chicos.
Por otra parte, debes tener en cuenta que existen muchas variedades de limón; sin embargo, los más consumidos son el limón de mesa, de piel más fina, pulpa de color amarillo pálido y más cantidad de zumo.
Además del limón berna, una variedad mucho más extendida, de piel gruesa, color amarillo intenso y forma ovalada.
En el mercado
Esta es una fruta que encontrarás en el mercado durante todo el año. No obstante, al momento de comprar el limón se debe elegir el más firme y pesado.
Según los expertos, la sensación de peso respecto al tamaño indica que está maduro y lleno de zumo.
De igual manera, la cáscara tiene que presentar un color verde intenso. Aquellos que tienen manchas o matices verdosos, son más ácidos.
La piel rugosa será probablemente muy gruesa y poseerá menor cantidad de pulpa que los limones de piel más lisa.
En este sentido, debes descartar los limones arrugados, con partes endurecidas o demasiado blandas, y con color oscuro, opaco o sin brillo, pues esto es sinónimo de que la fruta no está fresca.
Clave para escoger el limón
La piel del limón debe verse brillante, de un verde intenso y lo más lisa que sea posible, porque si tiene muchos poros, es probable que no tenga jugo.
Mientras más lisa sea la piel, más jugo tiene, y mientras más gruesa menos jugos hay en la fruta.
Debes presionar ligeramente con los dedos, si la fruta cede un poco está perfecta, no obstante, si está muy dura, puede que no tenga jugo. Por otra parte, si es muy blanda, puede que ya esté a punto de echarse a perder.
También puedes olerlo y llevarlo a casa solo si posee un aroma agradable, y además son de un tamaño mediano, pues tienden a ser los de mejor calidad.
En conclusión, cuando estés en el mercado y quieras llevarte unos buenos limones, busca los que estén firmes, con buen aroma, de corteza lisa, sin arrugas o manchas extrañas; y de un tamaño promedio.
Con Información del Diario 2001.