El trastorno del espectro autista, conocido por sus siglas TEA es una enfermedad que afecta el neurodesarrollo de un individuo y puede manifestarse desde temprana edad, es decir, desde que nacen.
Existen estudios que aseguran que desde los cuatros meses de edad se pueden presentar indicios de esta enfermedad, por lo que es necesario que los pediatras de atención primaria y los padres reconozcas rápidamente los síntomas.
Sin embargo, es importante decir que la aparición de esta enfermedad puede variar de unos individuos a otros.
Según la Organización Mundial de la salud (OMS), uno de cada 100 niños sufre de TEA, en alguno de sus tres niveles, desde el uno que es el más leve hasta el nivel tres
Cómo se reconoce el trastorno del espectro autista (TEA)
Las manifestaciones clínicas de los TEA pueden ser muy variable. Sin embargo, una de las características más resaltantes está el déficit en comunicación e interacción social y patrones repetitivos y restringidos de conductas.
Son muchos los niños y adultos que presentan serias dificultades que impiden su incorporación a su entorno social. No siguen instrucciones, señala o hace “adiós” con la mano.
La evaluación del habla es otro síntoma evidente, normalmente su tono es distinto a los normales, con un vocabulario poco convencional y con conductas repetitivas.
El TEA le cuesta integrarse socialmente, y esto hace que no entienda lo que son las normas. Además, tiene conductas auto estimulantes y estereotipadas.
En el caso de los niños no se integran a los grupos de la escuela, se aíslan; prefieren jugar solos y además son juegos organizados, que no tienen fin y pareciera sin sentido.
Otras claves a tomar en cuenta
Algunos casos tienen alta sensibilidad a ruidos como los de las motos o una lavadora. Pueden tener conductas extrañas, como, por ejemplo, caminar en puntitas, o de un lado a otro, sin ningún sentido; o girar sobre sí mismos o balancearse.
Este tipo de comportamiento son señales de alarmas para pensar o sospechar que está ocurriendo algo, y es importante que los padres acudan a la consulta con un especialista.
Cada caso es muy particular, y no significa necesariamente que tenga autismo. La evaluación neuropsicológica es la que determina la existencia o no del trastorno.
Recomendaciones
La detección de estos síntomas es fundamental para atender adecuadamente a los TEA. Además, lo ideal trabajar en base a rutinas, considerando que tanto niños como adultos son extremadamente organizados.
Evite la exposición a estímulos sonoros fuertes. Establecer momentos de compartir social que los ayude a integrarse a su entorno, sin que ese compartir signifique forzar situaciones.
En el caso de los niños es importante estructurar sus tareas de forma esquemática porque son rutinarios o se sentirán desencajados; así como utilizar materiales visuales pues retienen con mayor facilidad.
D2001