El tomate es la fruta más versátil en la cocina se distingue por las diversas formas de consumirla, ya sea cruda, sofrita, en salsa, con pan, pizzas, sopa y hasta mermeladas.
Es el aliado perfecto para el ama de casa y los cocineros, es tan versátil que se ha convertido el ingrediente principal para preparar numerosas recetas.
Se puede consumir crudo con un simple aderezo de aceite de oliva y sal. En las ensaladas es imprescindible, sobre todo si se combina con lechugas y aguacate resulta una entrada perfecta. También es la base de preparaciones de alta cocina en forma de sopa fría, salsas y coulis. Una buena salsa de tomate casera es perfecta para servir con las pastas.
Propiedades del tomate
Es un alimento con escasa cantidad de calorías. De hecho, 100 gramos de jitomate aportan solamente 18 kcal. La mayor parte de su peso es agua y de segundo los hidratos de carbono. Contiene azúcares simples que le confieren un ligero sabor dulce y algunos ácidos orgánicos que le otorgan el sabor ácido característico. También posee una fuente importante de ciertos minerales (como el potasio y el magnesio). De su contenido en vitaminas se destacan la B1, B2, B5 y la vitamina C.
Cómo quitarles la semilla
Corta los tomates por la mitad, a lo largo, y frótalos contra un colador en un bol. Si es necesario, insértales el dedo índice dentro de la cavidad para sacar las semillas.
Cómo seleccionarlos
Deben ser pulposos, firmes y sin manchas, con una tonalidad vibrante. Al apretarlos, que solo cedan un poco y deben tener un aroma dulce. Un tomate está totalmente maduro cuando el rojo está más oscuro en la parte de abajo y es más pálido hacia el tallo. Evita los refrigerados, el frío les mata el sabor.
Reducir la acidez
El tomate contiene una pulpa jugosa, sabrosa, de sabor ligeramente ácido, para bajarle este sabor al cocinarlos puedes añadirle un toque de azúcar o aumentar su grado acidez con un chorrito de vinagre o vino blanco.
Consigue una buena salsa
Para conseguir una buena salsa solo tienes que quitar la piel, la gelatina y semillas que tiene adentro, esto te ayudará a potenciar el sabor. Para darle un toque fresco añade unas hojas de albahaca ya casi al final de la cocción.
Cómo pelarlos
Realiza una pequeña incisión en la parte de arriba de los tomates en forma de cruz. Llévalos a escaldar en una olla con agua hirviendo. Apaga el fuego, saca los tomates y pásalos por agua fría. Luego, procede a retirar la piel con las manos, verás que se desprende fácilmente.
Con información de Diario 2001