|| Ramón Guillermo Aveledo
Cada 15 de enero en Venezuela se celebra el Día del Maestro, instituido oficialmente por el Presidente Medina, militar civilista y gobernante reformista, su origen es recordar la fundación en 1932 de la Sociedad Venezolana de Maestros de Educación Primaria, antecedente de la actual Federación Venezolana de Maestros, en cuyo nacimiento sobresale el liderazgo de Luis Beltrán Prieto Figueroa, entre otros distinguidos educadores. Prieto, además de docente y dirigente gremial en su primera hora, fue un político de cultura amplísima y un estudioso de la educación con obra escrita en libros e iniciativas legislativas de trascendencia.
Desde la constitución de 1947 en su artículo 53 y siguientes en Venezuela se consagra el derecho de todos a la educación, lo reitera la Carta de 1961 en su artículo 80 y siguientes y con tal prolijidad que para citarlos textualmente no alcanzaría este espacio, la actual de 1999 le dedica del 102 al 107, sin perjuicio de que inmediatamente atribuya deberes educativos a los medios de comunicación social, reconozca la autonomía universitaria y se comprometa a fomentar el deporte y la educación física. Usted que lee estas líneas, desde su conocimiento y experiencia personal, podrá evaluar la distancia entre estos preceptos y la vida real.
Es sabido que el futuro de una sociedad depende del presente de su educación. Determinar cómo es ese presente, es más que conocer la pertinencia de sus planes de estudio. Hacen falta datos acerca de sus docentes, en cuanto a capacidad y oportunidades de mejoramiento, adecuada motivación, retribución y seguridad social de ellos y del personal de apoyo. La cobertura de su sistema educativo territorial y socialmente. La condición de su infraestructura educativa. La salud y alimentación de sus estudiantes. A todos estos renglones, es fundamental apreciarlos transversalmente en cuanto a su equidad social, porque si el acceso a condiciones de calidad y seguridad es muy desigual, así será la sociedad por venir.
Entre los muchos retos grandes que este país de nosotros debe acometer con éxito para superar su situación presente, vencer el atraso y dejar atrás el subdesarrollo, el prioritario es avanzar hacia un sistema educativo que prepare a nuestros niños y jóvenes para ese futuro donde el conocimiento es cada vez más central que en todas partes se acerca velozmente.
Si nos tomamos en serio como sociedad, ese es el lente para mirar insatisfacción, reivindicaciones y protestas.