|| Ramón Guillermo Aveledo
“Aunque la guerra es el compendio de todos los males, la tiranía es el compendio de todas las guerras”
Simón Bolívar, 1814
Venezuela es un país amante de la paz, no sólo porque lo establece como fin superior del Estado la actual Constitución sino, al revés, está en la ley fundamental porque es un sentimiento nacional profundo y una convicción arraigada. Nunca nuestro país ha agredido a otro ni ha apoyado cuando en el mundo eso ocurre.
El nombre de Lídice, el barrio popular caraqueño en el costado Oeste de La Pastora, fue adoptado espontáneamente por sus habitantes en solidaridad con la población de Bohemia y Moravia masacrada por los nazis en 1942. Expresó el sentir nacional el gobierno de Leoni al condenar la ocupación norteamericana a República Dominicana en 1965 y también el Congreso al repudiar la invasión soviética a Checoeslovaquia en 1968.
Recién se cumplió un año de la invasión decidida por el Presidente ruso Vladimir Putin a Ucrania. Las consecuencias económicas del conflicto son analizadas por la cancillería argentina: “problemas de abastecimiento en las cadenas de valor, incremento en los precios de commodities agrícolas, combustibles, minerales y fertilizantes, aumento en los costos del transporte internacional y aceleración en las tasas de inflación global”. Ucrania produce la mitad del aceite de girasol, el 15% del maíz y 10% del trigo del mundo. La preocupación coincidente es en el aumento del hambre y la pobreza. Crisis alimentaria en ciernes.
Con motivo de esto último, asomémonos a las consecuencias humanas de la guerra. Casi siete millones de ucranianos han huido de su país y otros tantos han tenido que desplazarse dentro del mismo. Esto es, dejar sus casas, sus trabajos, el medio donde vivían, la escuela donde estudiaban. Las víctimas de la guerra, en vidas humanas andan por el cuarto de millón de personas. Al menos cuarenta mil civiles y unos cien mil soldados de cada lado, según estimaciones de fuente estadounidense difundidos por BBC. Los datos dados por Moscú y Kiev difieren radicalmente, sobre todo en bajas militares. El 24 de febrero, RTVE con base en información de Naciones Unidas, reporta 18.955 víctimas civiles en Ucrania, de los cuales 7.199 muertos y 11.756 heridos. La mayoría en el Donbás. La oficina de Derechos Humanos estima cifras mucho más altas, sobre todo en Mariúpol, Popasna, Lysychansk y Severodonetsk.
Un año después, la pregunta obvia es Y todo esto ¿para qué? Razón tenía Bolívar.