La información que solemos encontrar en publicaciones científicas acerca de los tatuajes tiende a desaconsejar su uso, resaltando los posibles daños a la piel y al organismo. Sin embargo, un estudio reciente sugiere que los tatuajes podrían tener efectos positivos en la salud.
¿POR QUÉ LOS TATUAJES PODRÍAN SER BENEFICIOSOS?
Un artículo publicado en la American Journal of Human Biology describe un estudio realizado en 29 personas entre 18 y 47 años. Se les realizaron pruebas antes y después de tatuarse, evaluando muestras de saliva para medir los niveles de inmunoglobulina A y cortisol, ambos relacionados con el estrés, y los resultados fueron sorprendentes.
La inmunoglobulina A es un anticuerpo y el cortisol una hormona relacionada con el manejo del estrés. Los investigadores de la Universidad de Alabama, donde se llevó a cabo este estudio, encontraron que quienes ya tenían varios tatuajes presentaban niveles más bajos de estas sustancias comparados con los novatos, lo cual indicaría una mayor tolerancia al estrés y un sistema inmunológico fortalecido.
Para otros expertos, este hallazgo no resulta tan sorprendente, ya que el organismo suele adaptarse a experiencias repetidas, mejorando su capacidad de resistencia.
El antropólogo Cristopher Lynn, uno de los autores del estudio, sugirió que las sesiones de tatuaje podrían ayudar a personas con sistemas inmunológicos débiles a incrementar su resistencia. No obstante, Lynn fue cauteloso al afirmar que aún es necesario realizar más investigaciones, especialmente en personas sin experiencia previa en el tatuaje.
Algunos investigadores más optimistas comparan el proceso de tatuarse con el ejercicio físico en un gimnasio, en términos de beneficios para el cuerpo.
Claro que esta comparación puede llevar a otra reflexión: ¿por qué optar por tatuarse si se pueden obtener beneficios similares en un gimnasio? Este estudio resulta relevante al cuestionar algunos prejuicios sobre los tatuajes desde una perspectiva de salud.
Con información de Super Curioso
