El pádel se ha convertido en uno de los deportes más populares debido a su carácter social y dinámico. No solo es una actividad divertida para compartir entre amigos o familiares, sino también un entrenamiento completo que fortalece diversos grupos musculares. Al jugar pádel, trabajas músculos de todo el cuerpo mientras mejoras tu condición cardiovascular, tu equilibrio y tu coordinación.
Músculos en acción durante el pádel
Piernas
Las piernas son fundamentales en el pádel, ya que permiten desplazarse rápidamente por la cancha para llegar a la pelota. En cada movimiento se activan los músculos del cuadríceps, los glúteos y los gemelos. Los desplazamientos laterales, saltos y arrancadas rápidas fortalecen los músculos de las piernas, mejorando la agilidad y la resistencia en estas zonas.
Tronco y Core
El movimiento de rotación que se requiere para golpear la pelota involucra el core, compuesto por los músculos abdominales y lumbares. Estos músculos ayudan a estabilizar el tronco durante los giros y mejoran el equilibrio. Además, los oblicuos se activan en cada golpe, dando potencia y control al movimiento.
Brazos y Hombros
Los músculos del brazo, como el bíceps y el tríceps, se ejercitan constantemente, sobre todo en los golpes de fondo y voleas. Los hombros y la parte superior de la espalda (trapecios, deltoides y romboides) también juegan un papel importante, ya que permiten un movimiento fluido y controlado del brazo.
Músculos de la espalda
La espalda baja y los músculos dorsales se activan para mantener una buena postura y evitar lesiones, sobre todo en los movimientos de estiramiento y en los giros rápidos.