Las plantas crasas o suculentas no cactáceas son muy fáciles de cuidar, pero hay algunas, como la hierba callera, que es además muy interesante por sus propiedades medicinales. De hecho, es una de esas que no pueden faltar en ningún jardín medicinal.
La hierba callera, también llamada curalotodo, hierba callera rosa, anacansero común, fabaria, hierba de los callos, matacallos u orpina, es una planta crasa originaria de las regiones montañosas de Europa central y meridional.
Su nombre científico es Sedum telephium, y alcanza una altura de 30 a 60 centímetros, con porte erguido. Las hojas son planas y carnosas, de color azul verdoso, alternas y con el margen dentado.
Sus flores se agrupan en inflorescencias que brotan de tallos terminales, y son de color púrpura o blanco. Posee una raíz carnosa que forma diversos tubérculos pequeños en forma de nabo de color grisáceo.
Sus hojas aplicadas directamente sobre la zona sirven para tratar llagas y heridas, además de como cicatrizante y callicida (ablanda los callos). Por si fuera poco, es astringente y, una vez quemada, sirve como insecticida.
Cuidado de la planta
Si quieres tener un ejemplar de hierba callera, te recomendamos cuidarlo con los pasos mencionados a continuación.
La planta ha de estar en el exterior, a pleno sol. Se puedes usar una maceta con sustrato de cultivo universal mezclado con perlita a partes iguales.
En caso de ser sembrado en jardín se debe conocer que esta solo crece en suelos fértiles con buen drenaje.
La planta se ha de regar unas 3 veces por semana en verano y una a la semana el resto del año. Es aconsejable también abonar con productos específicos para cactus y otras suculentas siguiendo las indicaciones especificadas en el envase, o bien con una cucharada o dos pequeñas de nitrofoska azul cada 15 días.
Esta planta resiste el frío y las heladas de hasta los -3ºC.
Parche para callos y quemaduras
Para preparar un callicida natural con la planta medicinal de hierba callera o Sedum telephium se utilizan principalmente las hojas frescas, que se recogen durante el verano, para aplicar sobre las llagas, quemaduras, cortes y picaduras.
Se usan para activar la cicatrización y se aplican también para ablandar los callos.
Lo primero es arrancar las hojas más gruesas de hierba callera, que son las que contienen más líquido.
Luego hay que lavar bien el bálsamo.
Arranca las hojas más gruesas de hierba callera, que son las que contienen más líquido. Lavar bien el bálsamo.
Machacar las hojas lavadas en un mortero hasta conseguir una pasta homogénea y extraer todo el jugo.
Para aplicarla la pasta resultante encima de la dolencia, poner encima un esparadrapo y dejar actuar durante 24 horas, luego retirar el esparadrapo y el exceso de sedum que quede en la piel.
La piel queda reblandecida y hay que limarla. Si aún permanece el callo se puede volver a repetir la aplicación.
Otra opción es aplicar la hoja fresca pelada con un cuchillo encima de la zona afectada por dermatosis y cambiar cuando se haya secado.
Tienes que preparar el sédum para cada aplicación, no se debe guardar de un día para otro. Hay quienes la conservan en aceite de oliva para así poder utilizarla durante todo el año, no sólo en verano.
Otras curiosidades
La principal propiedad de esta planta es su poder cicatrizante y callicida que ayuda a curar llagas y heridas, aplicando la hoja directamente sobre los callos consigue ablandarlos.
A este Sedum también se le conoce en Valencia como Raïm de pastor porque los pastores eran los que conocían los usos tradicionales de esta planta, como masticado para las llagas de la boca.
En algunas zonas del Pirineo, las hoja de esta planta se usan también para hacer supurar las heridas y madurar más rápidamente los granos o forúnculos. Para esto hay que calentar ligeramente la hoja de bálsamo con una cerilla, pelarla, untarla con aceite y aplicar en la dermatosis.
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