Cada 13 de enero se conmemora el Día Mundial de la Lucha Contra la Depresión, un trastorno emocional que requiere atención médica oportuna.
Muchos perciben a Ana como una chica descuidada, el lucir desaliñada es parte de su racha de flojera, después de todo, qué tanto puede costarle darse una ducha y usar ropa acorde a la ocasión.
Que haya subido de peso, sin duda, es su culpa, por no controlar los atracones a media noche. Además, como no va estar amargada si ya ni quiere salir a bailar.
¿Cansada, por qué iba Ana a estarlo?, si lo tiene todo a pedir de boca, ¡A ella solo le gusta llamar la atención!
O es lo que pensaron en reiteradas ocasiones quienes la rodeaban, antes de que su madre la llevase a un especialista y fuese diagnosticada con depresión.
Este es solo un ejemplo de las diversas formas en que el trastorno emocional que afecta a más de 280 millones de personas en el mundo–Según la Organización Mundial de la Salud (OMS)- puede presentarse.
Es por eso, que cada 13 de enero se conmemora el Día Mundial de la Lucha Contra la Depresión.
¿Triste o deprimido?
En la actualidad, se ha vuelto común el uso de la palabra depresión a la ligera, muchas personas al sentirse brevemente tristes ante un acontecimiento cotidiano en sus vidas suelen decir “estoy deprimido”.
Sin embargo, la depresión es mucho más que un momento de tristeza, según la OMS es un trastorno mental que puede convertirse en un problema de salud serio.
Llegando a causar gran sufrimiento a quien lo padece e interfiriendo en el desarrollo normal de sus actividades, y en casos extremos terminando en suicidio.
¿Cómo detectar la depresión?
Un informe de la Organización Mundial de la Salud expone que los episodios depresivos tienen una duración de al menos dos semanas y con síntomas que pueden variar de una persona a otra:
-Sentimientos de tristeza, irritabilidad o sensación de vacío.
-Pérdida del disfrute o interés en actividades.
-Dificultad para concentrarse.
-Sentimiento persistente de culpa o baja autoestima.
-Alteraciones del sueño, la alimentación o el peso.
-Cansancio excesivo, incluso en actividades sencillas.
-Pensamientos de muerte o suicidas.
¿Cómo ayudar?
Por lo general, la persona deprimida no reconoce o está consciente que padece dicho trastorno, por lo que acudir a un médico no está en sus planes.
Lidiar con un familiar o amigo con depresión puede ser muy agotador, entonces, es fundamental encontrar asesoría de profesionales de la salud mental.
Ellos sabrán orientarte y brindarte las herramientas necesarias para que la persona afectada reciba atención médica especializada lo antes posible.
