Los caramelos les gustan a la mayoría de la gente, desde los niños hasta los adultos. Su historia se remonta siglos atrás, cuando los egipcios mezclaban nueces molidas con miel y licor moldeándolos de diferentes formas.
El nombre de caramelo procede del descubrimiento de la caña de azúcar, también llamada “caña de miel” y que finalmente dará lugar a “caramelo”.
En 1850 en Estados Unidos comenzó con la producción industrial de caramelos, pero en España, no se aplicó hasta 1930. Un clásico entre los caramelos es el chicle. Surge de la costumbre que tenían en la antigüedad de masticar cosas diferentes de los alimentos.
La gran revolución en la fabricación de caramelos se ha extendido a niveles mundiales. Pero, hasta qué punto estas golosinas industriales afectan al organismo.
Para los expertos en nutrición los caramelos carecen de valor nutricional, ya que básicamente contienen azúcares como fructuosas, glucosa y sacarosa. Además de colorantes artificiales que le añaden para obtener los colores.
¿Para qué sirve la glucosa en el cuerpo?
Esta queda en el torrente sanguíneo y hace el proceso normal de pasar al hígado para producir la parte energética necesaria para vivir.
Caramelos: Buenos o malos
Siempre se ha escuchado que comer muchos dulces es malo, sin embargo no es del todo cierto, y una de las razone que los niños adoren las cosas dulces es que más de la mitad de su consumo diario está formado por carbohidrato como pasta, pan, cereales, frutas; y el azúcar es simplemente un carbohidrato.
A los niños de bajo peso y talla, el dulce puede motivarlos a consumir todos los grupos de alimento y recuperar el buen estado nutricional.
El problema está en que la mayoría de las golosinas, contienen azúcares refinados y otros químicos, estos son los productos que los niños no deben consumir con frecuencia, solo deben ocupar un 10% en la dieta.
Se debe controlar el consumo de este alimento, ya que es rico en hidratos de carbono de absorción rápida, lo que genera los niveles de glucemia en el organismo, esto puede generar obesidad, diabetes y caries dentales.
Efectos de los caramelos
El azúcar en la boca se convierte en ácido que dura aproximadamente media hora dañando los dientes después de consumido.
Los dulces en su mayoría están elaborados de gran cantidad de azúcar y grasas, además de contener otros ingredientes como colorantes y preservantes. Estos no ayudan en obtener una dieta saludable, razón por la cual al ser consumidas en exceso por un niño se puede quejar de cólicos y presentar episodios de diarrea y vómito.
Si se consume en exceso golosinas y no se realiza ejercicios o se gasta toda la energía, estas se quedan almacenadas en el cuerpo en forma de grasa y esto a futuro genera obesidad.
Recomendaciones
1 Busque alternativas para sustituir los caramelos, puede comprar frutas secas que son dulces y además cuentan con vitaminas.
2 No compre refrescos, estos contienen muchas químicos, sustituya por aguas naturales de frutas; si es necesario, en un vaso que el niño encuentre divertido.
3 En el mercado, examine las etiquetas cuidadosamente y escoja productos ricos pero saludables.
4 Ayude a los niños a controlar las porciones de golosinas o postres.
5 Incluya las frutas en el postre habitual, con esto evitará postres azucarados.
6 No use los dulces como recompensa o premio a la conducta de los niños.
7 No le ofrezca a su hijo dos alimentos azucarados a la vez, por ejemplo, si le va a dar un vaso de leche con azúcar no lo mezcle con cereales azucarados.
Diario 2021