El gobierno de Italia se dispone a aprobar este miércoles medidas más restrictivas para la gestión de la pandemia ante el aumento de los contagios, entre ellas la obligatoriedad del certificado de vacunación o de haber superado la enfermedad para poder entrar en restaurantes y locales de ocio, mientras que se seguirá permitiendo la presentación de pruebas de detección del virus para viajar y trabajar.
Este miércoles está prevista una reunión de la llamada sala de control, con los expertos encargados de gestionar la pandemia y el consejo de ministros, sobre las medidas anticovid que se implementarán para contrarrestar la cuarta ola.
La principal medida para intentar contrarrestar la “cuarta ola” que empieza a notarse en Italia, aunque aún con números inferiores al resto de países europeos, es el llamado “super certificado sanitario”, un documento que sólo se dará a las personas vacunadas y que hayan pasado el COVID-19 y que servirá para poder acceder a las salas cerradas de los restaurantes, a cines, teatros o manifestaciones deportivas.
Actualmente en Italia para cualquier actividad e incluso acceder al lugar de trabajo es válido el certificado sanitario, que se puede obtener también con una prueba de antígenos negativa valida 48 horas.
Con el nuevo “super certificado sanitario” se pretende incentivar la vacunación en al menos a 7,5 millones de italianos, sobre todo en la franja entre 40 y 60 años que resulta que no se han inmunizado.
Con información de El Nacional