El consumo de cigarrillos, ya sean tradicionales o electrónicos, es un riesgo grave para la salud individual y colectiva y está asociado al 80% de los casos de mortalidad por cáncer de pulmón.
El consumo de tabaco, tanto activo como pasivo, es la principal causa de muerte prevenible a escala mundial, siendo responsable de 8 millones de muertes cada año, de las cuales 7 millones son fumadores activos y un millón personas que han sido expuestas al humo ajeno.
Tanto el cigarrillo tradicional como el electrónico son igualmente dañinos y contribuyen con el desarrollo de diversas enfermedades graves, como las cardiovasculares y el cáncer, primeras causantes de fallecimientos en el mundo.
Juan Saavedra, gerente general de la Sociedad Anticancerosa de Venezuela (SAV), señaló que el cigarrillo, tradicional o electrónico, así como su consumo activo opasivo, están directamente relacionados con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares -hipertensión, infartos- y diversos tipos de cáncer, incluyendo el de pulmón, vejiga, riñón, garganta, boca, orofaringe e incluso mama, entre otros. Explicó que la mayor preocupación es el cáncer de pulmón, ya que “se calcula que 80% de los casos de mortalidad por esta enfermedad están relacionados al consumo de cigarrillo o tabaco”.
Agregó que los efectos nocivos de este mal hábito, no se limitan a las enfermedades mencionadas, sino que también están relacionados con partos prematuros, bajo peso al nacer, impotencia, problemas dentales, afecciones cerebrales y enfermedades respiratorias como la EPOC y la bronquitis crónica, disfunción eréctil, cáncer en mascotas por humo de tercera mano.
NO ES SÓLO UNA FECHA
Con el objetivo de crear una sociedad libre de humo y proteger a las nuevas generaciones de los devastadores efectos nocivos del tabaco, la Organización Mundial de Salud (OMS) estableció como lema para el Día Mundial Sin Tabaco 2024, celebrando el pasado 31 de mayo, “Proteger a los niños de la interferencia de la industria tabacalera”.
Resaltó el doctor Saavedra resaltó que la lucha contra el tabaquismo requiere un esfuerzo conjunto y acciones como:
- Campañas de educación masiva: concientizar a la sociedad sobre los peligros del cigarrillo a través de colegios, medios de comunicación y redes sociales, para evitar que se inicie el consumo.
- Promoción de la deshabituación tabáquica: brindar apoyo y herramientas a los fumadores que desean dejar el vicio.
- Políticas públicas: implementar medidas más estrictas para regular el patrocinio, promoción, publicidad, venta, y consumo de tabaco.
DAÑOS ACTIVOS Y PASIVOS
El especialista aseguró que el tabaco no sólo perjudica la salud del fumador activo, sino también del pasivo, aquel que está expuesto indirectamente a las emisiones de segunda mano, al respirar el humo que exhala la persona que fuma.
De esta manera alertó que el humo que expulsa el fumador activo también se adhiere a los objetos que se encuentran en su entorno, como las paredes y el mobiliario del hogar y la oficina, lo que afecta a las personas y animales que allí se encuentran, y que tienen contacto con ese ambiente contaminado por los químicos que emite la combustión del tabaco.
Aclaró que “anteriormente se afirmaba que era importante tener ambientes sin humo de tabaco, sin embargo, lo ideal es que estén completamente libres de fumadores”, porque, aunque una persona fume fuera de un establecimiento, hogar u oficina, esta lleva en su cuerpo y su ropa la sustancia que deja el cigarrillo, que es “altamente cancerígena” y contamina todo a su alrededor. Recalcó que la lucha contra el tabaquismo es un desafío global que requiere del compromiso de todos.
El doctor Saavedra insistió en que, “debemos trabajar juntos para crear ambientes libres de humo y proteger la salud de las personas, especialmente de las más vulnerables”.
CIFRAS
El doctor Saavedra refirió que, gracias a las medidas tomadas y a las campañas educativas realizadas, el consumo de tabaco disminuyó a escala mundial y, en el caso de Venezuela, el porcentaje de personas que fuman pasó de 49% en la década de los 80, a 20% entre 2016 y 2017, últimas cifras disponibles.
Pero señaló que todavía 1.300 millones de personas son consumidores de tabaco en el planeta, de los cuales 75% vive en países de ingresos bajos y mediano, con una prevalencia global de 36% en hombres y 6% en mujeres.
Con información de Agencias
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