El número de víctimas mortales del ataque perpetrado el pasado jueves por miembros de una banda fuertemente armada en una pequeña localidad del centro de Haití subió a 70, informó ayer la Oficina para los Derechos Humanos de la ONU.
Los cadáveres yacían esparcidos por las calles de la localidad de Pont-Sondé, en la región de Artibonite, muchos de ellos muertos por un disparo en la cabeza, declaró Bertide Horace, portavoz de la Comisión para el Diálogo, la Reconciliación y la Sensibilización para Salvar Artibonite, a la emisora de radio Magik 9.
Las primeras estimaciones señalaron que había 20 muertos, pero activistas y funcionarios del Gobierno han ido accediendo poco a poco a zonas de la ciudad y descubriendo más cadáveres. Entre las víctimas hay una joven madre, su bebé recién nacido y una comadrona, agregó Horace.
“Estamos horrorizados por el ataque, en el que los miembros de Gran Grif dispararon con rifles automáticos sobre la población”, indicó en un comunicado el portavoz de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, Thameen Al-Kheetan. Entre las víctimas mortales hay al menos 10 mujeres y tres bebés, y al menos otras 16 personas resultaron gravemente heridas, entre ellas dos miembros de la banda que fueron alcanzados durante un enfrentamiento con la Policía. Según la Oficina de la ONU, los miembros de la banda incendiaron al menos 45 casas y 34 vehículos.
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