El presidente panameño, José Raúl Mulino, consideró este martes que la crisis migratoria del “tapón del Darién”, región natural situada entre Colombia y Panamá por donde transitan centenas de miles de migrantes desde Sudamérica, es “un problema de Estados Unidos”.
“Panamá es la otra frontera de los Estados Unidos, no es Texas, es la región de Lajas Blancas del Darién y ese es un problema de los Estados Unidos. Esa gente no se queda en Panamá. Esa gente aspira a llegar a los Estados Unidos”, opinó Mulino en una entrevista con tres medios, entre ellos EFE, en la etapa final de su viaje oficial a Francia.
El jefe de Estado panameño explicó que, desde este verano, está en vigor un acuerdo con la administración estadounidense para la repatriación de migrantes indocumentados en vuelos financiados por Estados Unidos.
“Estamos llegando casi a los 20 vuelos en tres meses, tratando de desincentivar a las personas que usen en esa ruta. Y ha bajado (en torno al 20 % en lo que va de año respecto a 2023), pero mi preocupación es el agravamiento que parece que va a tener la crisis en Venezuela”, reconoció Mulino.
Panamá no tiene relaciones diplomáticas con Venezuela, lo que impide su repatriación. De acuerdo con el presidente panameño, el 69 % de los migrantes que pasan por el Darién son venezolanos, seguidos por los procedentes de Colombia y Ecuador.
Mulino detalló una reciente repatriación de indocumentados procedentes de India (170 personas) y espera que haya próximamente otra de chinos.
“Hay algunas dificultades por parte de China. Estamos empujando para lograr una solución. Ellos (chinos) están en un 3 %, 4 % del flujo de migrantes, no es mucha gente”, indicó el dirigente, sin precisar cuáles son los obstáculos.
INMIGRACIÓN Y TRÁFICO DE DROGA
“Ojalá exista la conciencia internacional del problema, porque es muy fácil hablar cuando uno no está sufriendo las consecuencias de una situación como la que tenemos en Darién, que es multisistémica porque tenemos tráfico de personas, tráfico de droga e indocumentados”, alegó.
Según Mulino, el vínculo entre el tráfico de droga y la inmigración es evidente.
“En medio de la desdicha de todos esos centenares de miles de ciudadanos venezolanos, colombianos, haitianos, ecuatorianos, hay una conexión directa con el narcotráfico administrado por el cartel del Golfo y por el cartel del tren de Aragua, que han usado ese mecanismo (migratorio) no solamente para traficar seres humanos, sino para transportar droga”, denunció.
El presidente aseveró que su país ha invertido “millones de millones de millones de dólares” con el ánimo de fortalecer sus costas y “de fortalecer internamente Panamá”, pero aclaró que no todo depende de ellos.
“Somos los vecinos de Colombia, un país con un aumento declarado de 10 % más en producción de hoja de coca”, anotó.
Con información de EFE