La empresa Coca-Cola se ha visto envuelta en un problema más que importante, después de que las bebidas de la compañía, entre las que se encuentran Sprite o Fanta, hayan sido catalogadas con exceso de clorato, pero solo en el mercado de Francia.El embotellador en Bélgica destacó este lunes que los productos afectados ya habrían sido retirados: “Durante las pruebas rutinarias, descubrimos que las bebidas producidas en la planta de Gante (Bélgica) presentan niveles de cloratos que no cumplen con los estándares de calidad”, señalaron. Para tranquilidad de los consumidores españoles, desde la propia compañía han garantizado que “los productos distribuidos en España no están afectados”.
Los productos afectados en cuestión llevaban “un código de producción que va desde 328 GE hasta 338 GE (inclusive)”. Los lotes afectados en Francia fueron: “Fuze Tea Peach Latas de 33cl con código de producción 335 GE2; y las botellas de Coca-Cola Sin Azúcar de 1L en vidrio retornable con el código de producción 337 GE1”.
La Agencia Federal Belga para la Seguridad Alimentaria explicó qué ha ocurrido con los productos: “No tenemos una cifra precisa, pero está claro que se trata de una cantidad considerable. La mayoría de los productos afectados y no vendidos ya han sido retirados de los estantes de las tiendas y continuamos tomando medidas para retirar todos los productos restantes del mercado, en contacto con las autoridades pertinentes en cada uno de los mercados afectados”.
PROBLEMAS DEL EXCESO DE CLORATO Y QUÉ HACER CON LOS PRODUCTOS COMPRADOS
Desde Coca-Cola ya han dicho que se podrá recuperar el dinero devolviendo los productos, además de pedir disculpas: “En nuestro centro de producción de Gante, realizamos pruebas como parte de nuestros procedimientos de control y cumplimiento normativo. El análisis de expertos independientes concluyó que la probabilidad de un riesgo asociado es muy baja. No hemos recibido ninguna queja de los consumidores sobre este tema”, explican desde la marca.
En 2015, la Efsa, Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, destacó que el clorato “puede estar presente en los alimentos tras el uso de agua clorada para el procesamiento de alimentos o para la desinfección de equipos de procesamiento de alimentos”.
“La exposición crónica al clorato puede inhibir la absorción de yodo. Podría ser tóxica para los humanos porque puede limitar la capacidad de la sangre para absorber oxígeno, provocando insuficiencia renal”, añaden.
“Sin embargo, incluso considerando los niveles estimados más altos, es poco probable que la ingesta total de un solo día supere el nivel recomendado para los consumidores de todos los grupos de edad”, sentencian.
Con información de Marca
