EFE
La alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, dijo ayer que se deben tomar todas las medidas para preservar las pruebas de las aparentes masacres de civiles que se atribuyen al Ejército ruso, el único medio para determinar lo ocurrido, establecer responsabilidades y hacer justicia.
Para esto se requiere, sostuvo, que “todos los cuerpos sean exhumados e identificados”, lo que también permitirá que las familias de las víctimas sean informadas y que se determinen las causas exactas de las muertes.
El caso que más conmoción ha causado en las últimas horas ha sido el de Bucha, una localidad a 60 kilómetros de Kiev, donde tras la retirada de las fuerzas rusas se han descubierto escenas dantescas de fosas comunes y cadáveres en las calles.
“Estoy horrorizada por estas imágenes”, señaló Bachelet
“Informaciones que surgen de ésta y otras áreas plantean preguntas sobre posibles crímenes de guerra, violaciones graves del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos”, indicó.
La alta comisionada agregó que se deben hacer todos los esfuerzos para que se realicen investigaciones independientes y efectivas sobre lo ocurrido en Bucha, y que así se establezca la autoría y pueda haber reparaciones para las víctimas y sus familiares.