El gobierno de Aruba, encabezado por la Primera Ministra Evelyn Wever-Croes, anunció que desde este 8 de junio la isla extenderá el cierre de fronteras aéreas y marítimas con Venezuela por seis semanas más.
A través de un comunicado, las autoridades del país insular detallaron que la medida se debe a la necesidad de una seguridad prudente a lo largo de la frontera, y por los efectos de la pandemia en la economía local.
“Aruba aún no se está recuperando de los devastadores efectos de la Covid-19”, dice el comunicado. “Esta es una razón por la que se decidió mantener cerrada la frontera”, explica el gobierno arubano.
Sin embargo, las autoridades de ese país consideran abrir un canal marítimo, pero con estrictas condiciones. Solo se transportaría cierto tipo de productos desde Venezuela hacía la isla.
De igual manera, se discute un mayor control sobre las embarcaciones de carga que zarpan desde La Vela de Coro, para evitar ingresos ilegales a la isla.
Gobiernos negocian
Explican que los gobiernos de Aruba y Venezuela negocian un posible arreglo para el transporte marítimo. Y buscan definir el tipo de productos que serían importados, además de su precio.
Aruba afirma que Venezuela no tiene mucho interés en restablecer las relaciones fronterizas con las islas.
“Desde Aruba, hemos seguido haciendo nuestros máximos esfuerzos por la apertura marítima para solo la importación de sus productos en la medida de lo posible”, detalla el documento oficial.
Las proyecciones de la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V) en Aruba, calculan que 17.000 venezolanos residen en la isla.
El principal temor del gabinete de Wever-Croes es el aumento de venezolanos tras una reapertura de fronteras. Sin embargo, fuentes consultadas en Oranjestad, reportan cada mes, el ingreso de embarcaciones venezolanas con personas a bordo.