Los indígenas “no quieren dialogar”, solo “quieren violencia”, dijo este viernes el gobierno de Ecuador tras la jornada más sangrienta de protestas en Quito, luego de una fallida irrupción al Congreso que terminó en choques con la policía y dejó tres muertos la víspera.
“Se han desenmascarado ellos solos. No quieren dialogar. No quieren acordar. No quieren que el país se reactive. No quieren paz. Hasta ahora lo único que han demostrado es que quieren violencia”, dijo el ministro de Gobierno (Interior) Francisco Jiménez.
El jueves el presidente derechista Guillermo Lasso permitió el ingreso de unos 5.000 indígenas a la Casa de la Cultura, un lugar simbólico para los pueblos originarios, en un gesto de voluntad de diálogo.
Pero horas más tarde una facción de los 10.000 manifestantes que protestan en Quito avanzó hacia el Congreso, intentó quebrar el piquete militar que lo rodeaba y desató una ola violenta.
EU