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La empresa estatal rusa Gazprom anunció ayer que reducirá aún más el flujo de gas natural a través de uno de los principales gasoductos a Europa, hasta llegar al 20% de su capacidad, debido a reparaciones de equipos.
La medida aumenta el temor de que Rusia pueda interrumpir el suministro de gas como medida de presión por la guerra de Ucrania, en un momento en el que Europa trata de acumular reservas para el invierno.
Gazprom tuiteó que reduciría el volumen diario enviado por el gasoducto Nord Stream 1 a Alemania a 33 millones de metros cúbicos a partir del miércoles debido a que apagaría una turbina para repararla. El jefe de la entidad reguladora de la red alemana, Klaus Mueller, confirmó que se esperaba que el flujo se redujera a la mitad.
Los suministros se encontraban al 40% de su capacidad después de que Nord Stream 1 reabriera la semana pasada tras 10 días de tareas de mantenimiento.
El gobierno alemán dijo que rechazaba la idea de que las razones técnicas condujeran a mayores reducciones de gas.
El presidente ruso Vladimir “Putin está jugando un juego pérfido”, dijo el ministro de Economía alemán Robert Habeck a la agencia de noticias dpa. “Está tratando de debilitar el gran apoyo a Ucrania y causar discordia en nuestra sociedad”.
