“Algo no estamos haciendo lo suficientemente bien como para que en la cabeza de una persona penetre una idea tan horrible como la de matar a otro, por lo que piensa o representa”, afirmó el presidente Fernández.
Y sobre la polémica acerca de los fallos en la seguridad, en una situación como la que estaba Cristina Fernández en medio de una multitud, aseguró que “todos los sistemas de seguridad, en circunstancias como esa, fallan”.
La Justicia argentina imputó a Fernando Sabag Montiel, brasileño de 35 años, quien empuñó el arma, y a su pareja Brenda Uliarte por intentar “dar muerte a Cristina Kirchner contando para ello con la planificación y acuerdo previo entre ambos”.
Sobre Sabag Montiel, Fernández dijo que “no es un loco. Puede ser una persona enojada con la democracia, pero no puede reaccionar de este modo”.
El acusado sacó un arma y apuntó a la vicepresidenta argentina, sin que saliera el disparo, cuando Cristina Fernández regresaba a su apartamento y saludaba a sus seguidores que, desde el 22 de agosto, instalaron una vigilia de apoyo en su domicilio.