La primera ministra, Giorgia Meloni, convocó un Consejo de Ministros extraordinario a las 11:00 de la mañana (horas local) de este domingo para declarar el estado de emergencia en la isla y desembolsar fondos para las primeras medidas y ayudas.
La isla de Ischia, frente al Golfo de Nápoles, registró la noche del sábado lluvias torrenciales que provocaron inundaciones y un grave corrimiento de tierra que arrastró violentamente todo a su paso en la zona del municipio de Casamicciola Terme, en su vertiente norte.
Una parte del monte Epomeo cedió y alcanzó varias casas de la localidad, que están siendo rastreadas con mucho esfuerzo y dificultades por los equipos de emergencia, reforzados con unidades llegadas desde Nápoles, de otros puntos y las Fuerzas Armadas.
Los bomberos, con refuerzos de otras regiones como el Lacio, Abruzos (centro), Apulia y Molise (sur), siguen asistiendo a la población, con unos 200 vecinos evacuados, al tiempo que ayuda en la retirada del barro de las calles y la búsqueda de desaparecidos.
Lo que preocupa sobremanera es el número de personas que, un día después de la tragedia, no han dado señales de vida, “entre 10 y 12” según explicó en su último parte Claudio Palomba, delegado del Gobierno en Nápoles, desde donde se coordinan las labores.
“La situación es muy difícil porque se trata de personas que están probablemente bajo el fango”, explicó por su parte el ministro del Interior, Matteo Piantedosi.
Entre los desaparecidos hay una mujer de nacionalidad búlgara y una familia con tres hijos, el mayor de 6 años, según avanzan los medios locales.
Las condiciones meteorológicas mejoraron en este soleado domingo, tras la lluvia del sábado, y un barco de la Guardia Costera también está rastreando la costa en búsqueda de cuerpos, pues el derrumbe llegó al mar, arrastrando consigo coches y autobuses.
Esta parte de Ischia, una isla vacacional famosa por sus aguas termales y su naturaleza volcánica, quedó completamente arrasada, con casas derrumbadas por la lengua de barro y detritos y calles repletas de rocas y árboles arrancados de raíz y coches.
Desde el punto de vista político, la oposición de centroizquierdas ha criticado al vicepresidente y ministro de Infraestructuras, Matteo Salvini, por haber confirmado ocho muertos cuando todavía no habían sido localizados.