“Estamos conversando (con Migraciones) para que, dentro de ese contexto, veamos la situación de ingreso del señor Evo Morales al país porque creo que nadie, ninguna persona, ningún expresidente ni un líder de otro país tiene por qué intervenir en temas internos”, dijo Boluarte en entrevista al canal peruano por internet PBO.
En su calidad de vicepresidenta, Boluarte sustituyó al presidente Pedro Castillo, quien el 7 de diciembre de 2022 intentó sin éxito dar un golpe de Estado. Fue destituido por el Congreso y luego detenido acusado de rebelión.
Tras la caída de Castillo se desataron violentas protestas en el centro y sur del país, donde el exgobernante tiene más adeptos.
Varios legisladores peruanos de derecha y centro derecha han pedido a la cancillería que tome medidas diplomáticas respecto de las actividades que Morales realiza en el sur del Perú, regiones que apoyan al expresidente Pedro Castillo y que mantienen protestas contra el gobierno de Boluarte.
Morales, un líder indígena cocalero y aliado del destituido Castillo, es acusado por estos políticos de azuzar las manifestaciones en contra de la nueva presidenta.
No podemos permitir que venga al Perú a levantar a las masas para que se separe parte del territorio nacional”, dijo a la prensa el parlamentario Jorge Montoya.
El año pasado, la Comisión de Relaciones Exteriores del Parlamento declaró a Morales persona non grata.