La fiscalía de Larisa ha imputado al jefe de la estación de trenes de esta ciudad griega por “homicidio negligente” y otros delitos penados con entre diez años de cárcel y cadena perpetua.
Al acusado, de 59 años, se le imputa la presunta comisión de “homicidio negligente” en serie y provocar lesiones corporales, además de un delito grave por la perturbación de la seguridad del tráfico de transporte con el resultado de la muerte de varias personas.
Según los medios griegos, el empleado ferroviario admitió ya el miércoles, después de ser detenido, su responsabilidad en el error que situó un tren de pasajeros con 342 pasajeros y 10 tripulantes en la misma vía en la que venía de frente un tren de carga con dos maquinistas.
Hasta el momento se han podido recuperar los cadáveres de 46 personas entre los restos de los ferrocarriles.
Tras la imputación, el abogado del jefe de estación, Stéfanos Patzartzidis, señaló que su cliente “está devastado a nivel humano” y que “ha asumido la responsabilidad dentro del marco que le corresponde”.
En este contexto, recalcó que “hay muchas responsabilidades que tienen que asumirse” por otras personas también.
El acusado decidió no testificar hoy y solicitó una prórroga para hacerlo el próximo sábado, que le fue concedida.
Según los medios griegos, que citan fuentes policiales, el funcionario admitió ayer que puso el tren en la vía equivocada, que no entendió su error y se dio cuenta de lo que había hecho solo cuando se enteró del accidente.
Con información de El Universal