El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó este domingo el intento de asesinato del primer ministro iraquí, Mustafa al Kazemi, que salió ileso de un ataque con un dron explosivo lanzado hoy contra su residencia en Bagdad.
En un comunicado remitido por su portavoz, Guterres pidió que se haga rendir cuentas a los autores del crimen, mientras que llamó a la población de Irak a «ejercer la máxima contención, y rechazar toda violencia y cualquier intento de desestabilizar» al país.
El jede de la ONU «urge a todos los actores políticos a respetar el orden constitucional y resolver las diferencias a través del diálogo pacífico e inclusivo», agrega la nota, en la que la organización da apoyo «al pueblo y el Gobierno de Irak en su búsqueda de un futuro mejor».
El ataque contra Al Kazemi se produce en un momento de tensión en Irak tras los choques violentos entre manifestantes y policías durante una manifestación el pasado viernes en Bagdad, frente a la propia Zona Verde, contra los resultados de las elecciones legislativas del pasado 10 de octubre.
Los enfrentamientos dejaron dos personas muertas y más de un centenar heridas, muchas de ellas policías, lo que provocó una airada condena de los líderes de las milicias proiraníes de Irak, que en los pasados comicios perdieron casi dos tercios de sus escaños y rechazan los resultados.