La ralentización de la economía de Latinoamérica y el Caribe se está confirmando, según dijo la ONU, que mantuvo en 1,4 % su previsión de crecimiento para la región este año.
En una actualización de sus previsiones económicas, Naciones Unidas dejó sin cambios el cálculo inicial que había publicado el pasado enero, a diferencia de lo sucedido con otras zonas del mundo y para el conjunto de la economía global, donde sí hubo revisiones al alza.
En el caso latinoamericano, el informe apunta que tras el robusto crecimiento de 2022 -cuando el Producto Interior Bruto (PIB) de Latinoamérica y el Caribe aumentó 3,8 %- la región está viendo un pronunciado deterioro como consecuencia del menor crecimiento mundial, la alta inflación y problemas estructurales.
Además, destaca que un mayor coste del crédito está afectando negativamente el gasto de los consumidores y las inversiones y que el poco espacio fiscal del que disponen los Gobiernos hace imposible dar más apoyo a la actividad económica en la mayor parte de países.
Según la ONU, la ralentización de este año es generalizada en la región, pero afecta particularmente a Argentina, Brasil, Chile y Colombia.
Con información de Primicia