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Al menos 3.660 personas se vieron afectadas por el desbordamiento del río Uairén, producto de las lluvias, en el municipio Gran Sabana del estado Bolívar, una zona fronteriza con Brasil y habitada por comunidades indígenas, informaron ayer autoridades de Venezuela.
“El primer día había 585 familias (afectadas) y ayer solamente quedaban 135 familias (en refugios). Ha ido bajando, porque la gente, correctamente, cuando sale el agua, regresa a su casa a resguardar su hogar”, dijo el gobernador de esa entidad sureña, el oficialista Ángel Marcano.
En declaraciones difundidas a través de su cuenta en Instagram, explicó que las personas damnificadas han recibido “todo el apoyo” por parte del Gobierno nacional, lo que incluye “medicinas, comida, cualquier cantidad de enseres, colchonetas y mosquiteros”.
El pasado sábado, detalló Marcano, 12 sectores del municipio estaban bajo el agua o con anegaciones, mientras que hoy solo tres comunidades siguen inundadas, aunque con niveles que han ido bajando “muy rápido”.
El gobernador subrayó que más de 400 efectivos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) están desplegados en las zonas afectadas, para apoyar la distribución de unas 60 toneladas de alimentos y otro tipo de ayuda.
Asimismo, aseguró que las personas que todavía se encuentran en refugios están siendo atendidas por equipos médicos, si bien remarcó que las lluvias no dejaron ningún herido o fallecido.