Más de 12.800 personas han sido evacuadas de las zonas más expuestas a la posible erupción del volcán Mayón en Filipinas, que desde el jueves está en alerta 3 (sobre un máximo de 5).
Asimismo, se informa que sigue produciendo terremotos volcánicos y provocando caídas de rocas y lava, indicaron este domingo fuentes oficiales.
Según el informe emitido hoy por la agencia gubernamental de gestión de desastres naturales, 12.804 personas de 3.538 familias han sido desplazadas a 22 centros por encontrarse a una distancia inferior a seis kilómetros del volcán, en la provincia de Albay, al este de la isla de Luzón.
Con el estado de calamidad declarado el viernes en la provincia, las autoridades han liberado los fondos de ayuda para prestar asistencia a estas familias, que pueden verse obligadas a permanecer en los centros durante varios días o semanas, en función del riesgo de erupción.
La agencia sismológica filipina (Phivolcs) indicó en su informe de este domingo que el sábado se registraron 177 episodios de caídas de rocas y un terremoto volcánico.
Por ese motivo mantiene su nivel 3 de alerta ante el riesgo de erupción «en los próximos días o semanas».
Las rocas y la lava han caído del volcán hasta una distancia de 700 metros del cráter, que sigue escupiendo ceniza y gas en forma de plumas volcánicas (columnas de gas y vapor) visibles en los últimos días.
La actividad del magma presente en el cráter y la subida de la presión han provocado la aparición en la cima de un nuevo domo de lava, un montículo circular que ha desplazado al anterior, según las fotos publicadas por Phivolcs.
El aumento de emisiones de dióxido de azufre llevó hoy al Ministerio de Salud a advertir a la población de los riesgos para la salud de inhalar este gas o de respirar aire contaminado con ceniza, por lo que pidió que permanezcan lo más alejados que puedan, informó el periódico Inquirer.
El Mayón, uno de los volcanes más activos del archipiélago filipino, es también uno de los grandes atractivos turísticos de la zona, debido a la belleza de su forma cónica casi perfecta.
Su última erupción se produjo en 2018, cuando decenas de miles de personas tuvieron que ser evacuadas.