La Administración de Biden recibió un duro golpe luego de que la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos rechazara el plan del presidente con el que se condenaban hasta 20.000 dólares en préstamos estudiantiles a universitarios que vivían agobiados por las deudas.
Esta medida es uno de los principales logros que presume el mandatario estadounidense como parte de su campaña para conseguir la reelección en 2024, por lo que ahora tiene el reto de calmar a quienes celebraron su propuesta.
El Poder Judicial determinó que la decisión anunciada por Biden el verano pasado rebasó sus facultades como presidente. De haberse aplicado, habría beneficiado a 40 millones de universitarios, quienes, en total, habrían evitado el pago de 400.000 millones de dólares.
La decisión se toma a unos meses de que se reactiven los pagos de las deudas universitarias suspendidas por el expresidente Donald Trump en 2020 ante la contingencia sanitaria de Covid-19. La suspensión se amplío en la Administración Biden, pero se acabará en octubre de este año.
Fuentes de la Casa Blanca aseguraron que ya preparan una apelación de la determinación de la Suprema Corte y anunciarán “nuevas acciones para proteger a los estudiantes que tienen préstamos”.
Desde que se mencionó que el plan de Biden podría ser rechazado, advirtieron que su Administración tenía un “Plan B”, aunque se desconocen los detalles.
“Después de que Biden anunció su plan el verano pasado, activistas estudiantes aseguraron que su plan activaría a la juventud para apoyar al presidente. Ese apoyo estaría en duda con la decisión de la Suprema Corte”, concluye The New York Times.
Con información de Sputnik