Unas lluvias sin precedentes paralizaron gran parte de Hong Kong este viernes, con inundaciones repentinas que sumergieron estaciones de metro y dejaron atrapados a conductores en las carreteras, mientras las autoridades suspendían las clases en escuelas e instaban al público a buscar refugio seguro.
En algunas zonas bajas, las calles se transformaron en torrentes, y las autoridades se vieron obligadas a rescatar a los automovilistas atrapados en sus vehículos.
El diluvio comenzó este jueves por la noche, y el Observatorio de Hong Kong registró más de 158 milímetros de lluvia entre las 11 de la noche y la medianoche, la precipitación horaria más alta desde que comenzaron los registros en 1884, dijo el Gobierno en un comunicado.
Algunas partes de la ciudad vieron casi 500 mm de lluvia en 24 horas, según el sitio de datos meteorológicos en línea OGImet.
El tifón Saola, originalmente un supertifón, se debilitó hasta el equivalente de un huracán de categoría 2 cuando llegó a Hong Kong, el fin de semana pasado, pero aún era lo suficientemente potente como para cerrar la ciudad y causar cientos de cancelaciones de vuelos. Ochenta y seis personas resultaron heridas a causa del tifón, dijo el Gobierno.
El diluvio de este viernes nuevamente causó interrupciones generalizadas en el transporte y los negocios en todo el centro financiero, con el mercado de valores cancelando las operaciones matutinas y todas las escuelas cerradas durante el día. Este viernes, las autoridades hicieron un llamado a las empresas para que permitieran a los empleados no esenciales quedarse en casa o buscar un refugio seguro, citando condiciones de viaje inseguras.
Con información de CNN