Una pareja residente en Sudáfrica encontró una serpiente de las especies más venenosas de África en su árbol de Navidad.
“Rob y Marcela Wild no tardaron en llamar a un profesional después de descubrir una de las serpientes más venenosas de África escondida entre el oropel y los adornos el viernes”.
Serpiente en el árbol de Navidad
Unas horas después de decorar el árbol, notaron que los gatos estaban mirando fijamente las ramas, lo que les llamó la atención.
«Los gatos se asomaban al árbol y mi mujer dijo ‘probablemente hay un ratón ahí dentro’». Así se lo comentó Rob Wild, un corredor de bolsa británico que se trasladó con su esposa costarricense a Sudáfrica hace 18 años.
Aún creían que se trataba de un ratón hasta que se percataron de la serpiente boomslang, también conocida como serpiente arborícola.
«No sabía lo que era en ese momento, pero luego busqué en Google qué serpientes hay en nuestra zona y enseguida apareció una boomslang. Pensé: ‘Santo cielo, esta es la reina de todas las serpientes venenosas’», dijo el hombre.
«La boomslang es conocida por ser una especie tímida, pero es una de las más venenosas de África. El veneno del animal provoca hemorragias y puede ser mortal para los humanos en pequeñas cantidades».
Cazador de serpientes
El cazador de serpientes Gerrie Heyns confirmó que se trataba de una boomslang cuando llegó a la propiedad de la familia.
Contó que se trataba de una hembra, que medía entre 1,3 y 1,5 metros de largo.
Cuando los Wild lo llamaron, el cazador de serpientes les dijo que se mantuvieran alejados del árbol pero que no perdieran de vista al animal, hasta que él llegara.
«La serpiente permaneció en el árbol durante dos horas hasta que llegué», dijo Heyns. quién agregó que usó unas pinzas para serpientes para colocarla en el suelo, donde era más fácil de maniobrar, añadió.
«Una vez que la tuve bajo control, la familia se acercó a ver la serpiente. No intentó morder ni ponerse a la defensiva porque no le di ninguna razón para hacerlo. Un momento de miedo se convirtió en un momento emocionante para los niños», dijo Heyns.
Luego la puso en un «tubo para serpientes» y al anochecer, Heyns se llevó la serpiente a su casa, donde la mantuvo temporalmente antes de liberarla de nuevo en la naturaleza.
Con información de El Nacional