El presidente de Gobierno de España, Pedro Sánchez, ofreció sus primeras declaraciones luego de haber sido abucheado en su llegada a Paiporta, donde hay más de 60 fallecidos por las inundaciones que trajo la Dana.
En un breve encuentro con los medios de comunicación, Sánchez calificó de “violentos y absolutamente marginales” a los ciudadanos que, en su indignación por la lentitud en la atención a la tragedia ocurrida en Valencia.
“No nos vamos a desviar pese a lo que pueda suceder con algunos violentos, absolutamente marginales, el conjunto de la ciudadanía española y valenciana lo que quiere es mirar hacia adelante, sacar adelante sus vidas con un enorme gesto de responsabilidad y solidaridad”, expresó el Presidente de Gobierno.
Sostuvo que el Gobierno de España se mantendría firme ante su propósito en medio de la emergencia. “El objetivo principal es salvar vidas, recuperar los cadáveres de las personas que hayan podido fallecer como consecuencia de esta tragedia natural y finalmente empeñarnos en la tarea de reconstruir la provincia de Valencia y todas las zonas de España que se hayan podido ver dañadas”.
Este domingo, Sánchez, junto a los reyes de España, Felipe VI y Letizia y el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, fueron insultados y aborrecidos por la comunidad valenciana a su llegada a la zona, donde se registran más de 200 muertes y enfrentan un duro pronóstico de más lluvias.
Los gritos de reclamo de los presentes también proliferan frases como “Muerte al Presidente”, “Mazón, Dimisión”, entre otros.
También les lanzaron barro, palos y piedras. La Policía Local y la Guardia Civil intentaron evitar que los disturbios afectaran a los jefes de Gobierno, más no fue posible; los ciudadanos lograron increparlos.
Pedro Sánchez, luego de recibir un golpe en la espalda, se retiró inmediatamente del lugar y se montó en su camioneta oficial, que fue despedida con golpes, tiradas de barro, patadas y hasta un palazo de una escoba.