|| Rodolfo Gamarra
Entre altos tributos y alzas en servicios, muchos dejan de trabajar de manera formal y se dedican a la buhonería en calles y avenidas
El período de cuarentena, en el que todos los negocios y locales en centros comerciales tuvieron que cerrar sus puertas debido a la pandemia del COVID-19, dejó graves consecuencias en este sector de la economía regional y nacional. La acumulación de deuda hizo que muchos negocios tuvieran que cerrar ante la imposibilidad de poder pagar sus obligaciones.
Señalaron algunos comerciantes consultados que luego de la suspensión de la cuarentena radical, poco a poco ha ido en recuperación el sector comercial, sin embargo, ante la imposibilidad de poder cumplir con las obligaciones acumuladas durante casi dos años fue necesario para muchos entregar las llaves de sus locales, perderlo todo y ya no volver a abrir sus puertas.
Cuenta uno de ellos, quien no quiso identificarse, que los alquileres acumulados, el exponencial aumento de los servicios como electricidad, agua, teléfono e internet, al igual que el alza completamente desproporcionada de los tributos municipales y nacionales, ha sido parte principal del problema.
Multas por variados motivos, por cualquier falta o error han hecho que muchos dejen de trabajar de manera formal y se dediquen a la buhonería en calles y avenidas o a las ventas a través de las plataformas digitales.
Opinan que esto a la larga puede traer muchos problemas a la hora de que nuevos emprendedores deseen montar un negocio formal. Esperan que esta situación cambie y que los entes encargados establezcan tributos y multas que no lleven a comerciantes a la quiebra como sucede en estos momentos.
