|| Luis Chunga / Fotos Cortesía
Los oficiales fueron despojados de sus armas de reglamento, chaleco antibalas y dos vehículos por una banda de al menos 12 sujetos
Momentos de tensión y preocupación vivieron dos oficiales de la Policía del estado Carabobo, luego que horas antes habían sido secuestrados por un Grupo Estructurado de Delincuencia Organizada (GEDO), atrincherado en las montañas del sector Yuma, carretera nacional Güigüe‐Maracay.
La operación de liberación se realizó cuando a través de los servicios de inteligencia, los comandantes de la Policía de Carabobo, en coordinación con los funcionarios de Güigüe, recibieron la información que los dos funcionarios estaban en manos de la banda delincuencial.
DESPLIEGUE
Para el procedimiento del caso se activó un operativo en la madrugada de ayer para rescatar sanos y salvos a los dos policías.
Uno de ellos fue identificado como oficial, Julio José Torres Reyes, adscrito a la estación policial de Belén, quien fue despojado de su chaleco antibalas, la pistola marca Glock y un vehículo particular Fiat Palio, de color Rojo.
El segundo fue el oficial agregado, Eduardo Antonio Velásquez de 38 años, a quien también despojaron de su vehículo particular Fiesta Power (balita), color gris y una pistola marca Beretta.
DOCE DELINCUENTES
La razón por la que los uniformados realizaban alguna investigación de campo se desconoce, lo que sí se confirmó es que ambos fueron secuestrados por delincuentes a bordo de 12 motos modelo DR y KlR, con armas largas y vestidos de negro con chalecos y encapuchados.
Los individuos golpearon, amarraron y amordazaron a sus rehenes y los dejaron abandonados en el sector “vuelta del Caracol de Yuma”, en la carretera principal Güigüe – Maracay.
Presuntamente no hubo ningún enfrentamiento. Cuando las comisiones llegaron al sitio y rescataron sanos y salvos a sus compañeros, los integrantes del GEDO ya se habían marchado del lugar. Luego los funcionarios fueron liberados y trasladados hasta un centro asistencial, ambos presentaron traumatismos en el rostro y otras partes del cuerpo, tras ser golpeados por los delincuentes.
