Las protestas se produjeron en ciudades como Karaj, Teherán e Isfahan y en ellas participaron sobre todo jóvenes iraníes en pequeños grupos, que pronunciaron lemas contra las autoridades.
En el distrito capitalino de Ekbatan, los residentes vocearon “muerte a la república islámica”, según la agencia de noticias AFP. En Karaj e Isfahan los manifestantes gritaron “muerte al dictador” y “muerte a Jameneí”, reportó por su parte la agencia de noticias Efe.
Saleh Mirhashmi, Majid Kazemi y Saeed Yaqoubi fueron ahorcados al alba tras ser condenados a muerte en enero en un juicio en el que se usaron confesiones forzadas, denunció Amnistía Internacional (AI).
Con los ahorcamientos de Mirhashmi, Kazemi y Yaqoubi ya son siete las personas que han sido ejecutadas por supuestos delitos relacionados con las protestas desatadas por la muerte de Amini.