David Marcano Duarte
*** El suministro de fármacos sólo debe hacerse bajo prescripción de un médico veterinario
Dado que muchos animales domésticos desarrollan pánico ante los estímulos sonoros de los fuegos pirotécnicos (pólvora), típicos de las celebraciones decembrinas, María Rivero, presidenta de la Fundación Abad, recomendó preparar a las mascotas con antelación, mínimo 15 días antes de las festividades.
La profesional destacó que vivir esa experiencia para los peludos representa un sentimiento de incertidumbre y con expresiones físicas de miedo, las cuales se manifiestan físicamente con taquicardias, jadeos y salivación.
Igualmente, mencionó que esos ruidos causados por los fuegos artificiales representan una amenaza también para personas vulnerables que se sienten afectadas por ese tipo de escenarios, tales como pacientes con trastornos de atención, autismo, con estrés postraumático, epilepsia, problemas cardíacos, Alzheimer y recién nacidos.
Según la experta, no soportar este tipo de sonidos conlleva a sufrir convulsiones, ataques de pánico, angustia y, por tanto, una amenaza para el bienestar de las mascotas y el ecosistema en general.
“Esto supone un serio problema para los dueños, quienes también sufren crisis de angustia y ansiedad por ver y vivir la situación de sus mascotas”, dijo.
¿QUÉ HACER?
.- Controlar el entorno para que esté familiarizado en los días de mayor actividad.
.- Proporcionarle un espacio cómodo y seguro, con música suave y fresco, donde pueda resguardarse y no hacerse daño.
.- Modificación de la conducta, proceso que debe ser asesorado por un médico veterinario etólogo que es especialista en conducta animal.
.- El manejo farmacológico es delicado, depende de la condición clínica de cada animal y debe hacerse bajo prescripción del médico veterinario.
¿QUÉ NO SE DEBE HACER?
.- Reforzar el miedo con actitudes de sobreprotección, ya que con esto solo confirma que existe una amenaza real y aumenta su temor y ansiedad .
.- Amarrarlos.
.- Medicar sin autorización del especialista.
En este sentido, Rivero mencionó que existen productos en el mercado veterinario a base de feromonas que no son más que sustancias químicas que los organismos emiten al medio ambiente, para influir en el comportamiento de otros individuos de la misma especie.
“Actúan sobre el sistema nervioso central de nuestros peludos, modificando la transmisión de ciertos neurotransmisores, lo que resulta en un efecto calmante y relajante”, dijo.
Exhortó a las personas que comercializan y practican la pirotecnia, a tener conciencia y mayor empatía, al tiempo que los exhortó a reflexionar sobre el impacto que tienen en la vida de los demás y a buscar alternativas más humanas y solidarias, para celebrar estas fechas tan especiales.
¿CÓMO ESCUCHAN LOS PERROS LA PIROTECNIA?
Los oídos de los animales generalmente son más sensibles que los de los humanos, debido a que perciben las ondas sonoras hasta tres veces más.
En consecuencia, los sonidos fuertes, pueden ser abrumadores para estos compañeros del hogar y, al no comprender el origen del ruido, pueden sentir que están en peligro.
Según los especialistas, los sedantes no son una solución para todos los casos y pueden generar efectos secundarios si no se utilizan correctamente. Algunas mascotas podrían experimentar reacciones adversas como letargo excesivo, náuseas o problemas respiratorios.
Ante esto, su aplicación debe ser bajo supervisión médica y una opción de último recurso, preferiblemente reservado para animales que ya demostraron niveles extremos de ansiedad o fobia durante las celebraciones.
UN MAL PARA TODOS
La veterinaria, Grecia Marquis, advirtió que los fuegos artificiales representan un peligro para el estrés y la muerte de los animales no sólo domésticos, sino también silvestres.
“Es un drama en todas partes de la ciudad y del mundo, donde parece que la celebración tiene que significar el estrés de la muerte de animales silvestres y domésticos (…) hay videos donde se observa a caballos terriblemente asustados con estos juegos de pirotecnia que hacen mucha bulla”.
Explicó que las aves, por ejemplo, pueden cambiar de rumbo cuándo están volando, desorientarse, asustarse y salir de sus nidos despavoridas. Si están empollando, los bebés pueden salirse del nido.
En entrevista radial, la veterinaria detalló que los rabipelados, perezas, puercoespines, zorrillos, urones, aves, perros y gatos, son algunas de las especies afectadas.
Por otra parte, la especialista resaltó que las instalaciones de luz en árboles, plazas y calles, afectan el sueño de los animales.
IMPORTANTE
Si tiene una mascota en casa se debe proveer todos los cuidados necesarios para que se sienta segura en esta época y no olvidar que la medicación debe ser prescrita por un profesional.
Fotos Cortesía
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