|| Luis Chunga
La FAV estima que al menos 180.000 hogares tienen una persona que la padece en el país
Jessica Alejandra, cuida a su madre que tiene 80 años de edad y desde hace dos años sufre de Alzheimer moderado. Cuenta que nunca estuvo preparada para lo que está viviendo.
Hay momentos en los que se encierra en el baño y llora en silencio, su trabajo requiere de mucha paciencia y amor, “porque es una tarea muy agotadora”. Se trata de su propia madre.
El Alzheimer es una enfermedad neurológica progresiva que afecta el pensamiento y la independencia de millones de personas en todo el mundo. Actualmente, se calcula más de 50 millones de pacientes con esta patología.
En el país, la Fundación Alzheimer Venezuela (FAV) estima que al menos 180.000 hogares tienen una persona que la padece. Es la tercera causa de mortalidad en personas mayores de 65 años, después del cáncer y las enfermedades cardiovasculares.
Generalmente se diagnostica más en personas mayores, pero comienza antes con cambios neurológicos sutiles que ocurren durante años o incluso décadas antes de que aparezcan los síntomas.
Muchas personas experimentan los signos tempranos, frecuentemente no identificados, del deterioro cognitivo leve.
CAMBIOS EN LA CONDUCTA
El médico Mario Giardina dice que “también se presentan cambios en la conducta que no son causados por la enfermedad, sino por los medicamentos como: dolores intensos, problemas de visión, audición y la fatiga”.
El médico aragüeño aseguró que existen algunas maneras de controlar estos cambios. “Mantener una misma rutina permitirá que el paciente se de cuenta de sus propios cambios”.
Giardina dice que el paciente es víctima de alucinaciones o delirios. “Ve, escucha, huele, saborea, muchas veces siente algo que no es verdadero. También sufre delirios basados en creencias falsas que la persona piensan que son reales.”
Todos esos síntomas deben ser tratados por un médico especialista, encargado de recetar medicamentos apropiados.
LAS ETAPAS
Se trata de un deterioro continuo del pensamiento, el comportamiento y las habilidades sociales. Tiene una etapa leve (etapa temprana), puede desenvolverse de forma independiente, pero siente episodios de pérdida de memoria, que incluyen olvidarse palabras familiares o la ubicación de objetos cotidianos.
La etapa media (moderada) es la más prolongada y puede durar muchos años. Tiene dificultades para realizar tareas, confunde palabras, se frustra o enoja. La tercera etapa grave o final, pierde la capacidad de responder a su entorno, no puede conversar normal ni sus movimientos son normales. Hay cambios fuertes en su personalidad y conducta y necesita un cuidador.
¿CÓMO CUIDARLOS?
Por experiencia los médicos especialistas contra el envejecimiento recomiendan poner a los pacientes canciones antiguas de su época y cantar juntos. También hacer ejercicios, porque el objetivo es mantenerle (a) estimulado. Esto requiere de mucha paciencia y dedicación.
Es mejor dejarlo en su propia habitación para que el cambio no les afecte evitar en todo momento el ruido, la radio y la TV deben estar en volumen bajo.
El ruido puede causar confusión o frustración. También es bueno que no tenga un espejo porque puede pensar que su misma imagen es otra persona que está en el cuarto.
UNA ENFERMEDAD PARA SIEMPRE Cada 21 de septiembre, desde 1994, se conmemora el Día mundial del Alzheimer, fecha elegida por la OMS y auspiciada por Alzheimer’s Disease Internacional (ADI), la federación internacional de asociaciones de Alzheimer. Se estima que para el año 2050 el número de personas con Alzheimer ascienda a 131.5 millones. Y aunque hay fármacos que se recetan en su diagnóstico, hasta ahora es una patología incurable.
LA CIFRA
La enfermedad de Alzheimer es la principal causa de demencia y abarca entre el 60 y el 70% de los casos a nivel mundial, según datos de la OMS.