|| Glenn Requena
El Obispo hizo una oración por la paz mundial, especialmente por los sucesos en Ucrania
Con alegría, devoción, fe y bajo las medidas de bioseguridad contra el COVID-19, los fieles católicos acudieron a la Catedral de Maracay, para celebrar el Miércoles de Ceniza, acto litúrgico con el que se da inicio a la Cuaresma, previo a la Semana Santa.
La imposición de las cenizas estuvo oficiada por Monseñor Obispo Enrique Parravano, en compañía del Padre Jesús Díaz. Durante la ceremonia recordaron que las personas están llamadas al arrepentimiento y renovación de la vida cristiana, “para ser cada día mejores seguidores del Señor”.
Enfatizó que esta jornada fue una preparación para la “gran fiesta” que será la Semana Mayor, para la que se organizan diferentes celebraciones como la Misa Crismal, donde se bendicen los óleos, la Misa de la cena del Señor, la vigilia pascual, entre otras actividades.
Parravano aseguró que ayer fue la jornada mundial de “ayuda y oración” por la paz en el mundo, especialmente por los ataques que se padecen en Ucrania desde la semana pasada.
EL DATO
Como ocurrió el año pasado, la imposición de las cenizas no se hizo en la frente de las personas en forma de cruz, sino que los fieles las recibieron en la cabeza para mantener el distanciamiento.
CAMPAÑA COMPARTIR
Monseñor detalló que este año se dio inicio a la campaña “Compartir”, que se enfoca en la ayuda a través de los medicamentos para las personas que más lo necesiten. “Los invito a que seamos voluntarios, ofrecer nuestro tiempo para que tenga éxito”, recalcó. Los ciudadanos podrán sumar su grano de arena al llevar medicamentos e insumos a las diferentes parroquias del país. |