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La inconsistencia fue la principal razón para calificar negativamente el servicio de uso vital en las comunidades
Desde el 2018, el Observatorio Venezolano ha estudiado trimestralmente la situación de los servicios públicos domiciliaros en diversas ciudades del país.
Entre los meses de agosto y septiembre de 2021, la organización llevó a cabo su décima medición donde se encontraron cambios en la percepción ciudadana de los servicios públicos, específicamente en Maracaibo, Barinas, San Cristóbal, Mérida, Punto Fijo, San Fernando de Apure, Barquisimeto, Valencia, Caracas, Barcelona, Porlamar y Ciudad Bolívar.
En relación con el agua potable, 65,6% de los ciudadanos encuestados (un total de cerca de 6.800 personas) valoró negativamente el servicio, con las mayores proporciones en Maracaibo (90,8%), Porlamar (84,6%) y Barcelona (79,9%).
Contrariamente, las ciudades andinas se mantienen en la tendencia de las valoraciones negativas más bajas con San Cristóbal (29,1%) y Mérida (32,3%).
Asimismo, del grupo que valoró negativamente la calidad del servicio de agua, 72,3% de los ciudadanos expresó que la inconstancia fue el principal motivo de dichas opiniones.
Seguidamente, el servicio de la electricidad obtuvo 51,4% de valoraciones negativas. Sin embargo, se ha observado que los porcentajes de este indicador (basado en la percepción ciudadana) se han mantenido entre 50% y 60% de rechazo después del estudio realizado en noviembre bajo el siguiente comportamiento: octubre – noviembre 2020 con 74,7%; enero 2021 con 52,7% y en junio 2021 con 56,0%.
La conclusión es que la percepción sobre la calidad del servicio eléctrico ha mejorado, en comparación con los indicadores de 2020.
Por su parte, de los ciudadanos que valoraron negativamente el servicio eléctrico, las fluctuaciones y la intermitencia en el servicio, con 74,2% de las respuestas, figuraron como las principales razones de dichas opiniones.