Si La Verde quiso dar una actuación intimidante a más de 4000 metros sobre el nivel del mar, lo ha logrado. Los dirigidos por Óscar Villegas sacaron a flote su comodidad a jugar en un ambiente hostil para los viajeros con un gran primer tiempo ante un rival que intentó adelantar sus líneas en la cancha y lo pagó caro.
La historia comenzó torcida para Venezuela a los 13 minutos con un misil a distancia de Ramiro Vaca. La velocidad de la pelota en la pegada del volante ofensivo es un ejemplo de las condiciones a las que se debe acostumbrar un equipo en cuestión de horas para hacer frente a ellas. La visita entendió que la vía para preocupar era la media distancia con el paso del cronómetro, pero solo se destacó un tiro sin éxito de Salomón Rondón.
Como si fuera poco, los liderados por Fernando Batista también cometieron errores imperdonables. En la última jugada de la etapa inicial, Jon Aramburu empujó burdamente a Carmelo Algarañaz dentro del área y el árbitro, Wilmar Roldán, cobró un penal convertido por la víctima de la infracción.
De vuelta a la cancha, la Vinotinto buscó mostrar otra imagen con los ingresos de Darwin Machís y Yeferson Soteldo, pero se lo llevó la corriente. Un pelotazo largo a las espaldas de los volantes motorizó la celebración de Miguel Terceros a los 44 segundos del complemento.
A partir de este momento, Bolivia se dedicó a aprovechar los espacios dejados por su contrincante en defensa, aunque la falta de definición impidió que la goleada tome un tinte histórico ante un cuadro venezolano que siguió asumiendo riesgos, y así tuvo algunas ocasiones para señalar un descuento que nunca llegó.
La Verde quedó en la séptima posición con seis unidades, en zona de repechaje, mientras que Venezuela permanece en la cuarta colocación con nueve unidades, en zona de boleto directo al Mundial 2026. Sus próximos rivales serán Chile como visitante y Uruguay como local, respectivamente.
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