Los lentes también conocidos como gafas o anteojos son un complemento que ayuda a las personas a corregir o mantener estable el problema de refracción en el ojo, como la miopía, hipermetropía, astigmatismo o presbicia.
El uso de lentes para la visión es habitual en estos tiempos, por lo que existe una parte importante de la población que los utiliza a diario. Pero, el uso constante puede generar que se ensucie o se rayen los vidrios.
Están hechos con monturas que en su gran mayoría son resistentes. Sin embargo es un objeto delicado ya que todas tienen vidrios de corrección, por lo que se debe cuidar para conseguir una larga vía útil.
A continuación te enseñamos cómo limpiarlos de manera correcta.
Lavar las manos antes de limpiar los lentes
El lavado de manos es importante, recuerda que vivimos tocando las cosas y los gérmenes pueden estar presentes en ellas, si se toca los vidrio esta suciedad se va pegando en ellos.
Por lo que se recomienda antes de limpiar los lentes, enjuagar con agua y jabón las manos. Seca con un paño que no suelte pelusa.
Jabón líquido
Puedes lavar el vidrio con unas gotas de jabón líquido neutro, frota con suavidad y luego enjuaga con suficiente agua hasta que quede limpio.
Evita usar jabones con aromas, de cocina o productos abrasivos ya que se pueden dañar.
Líquido y toallitas para lentes
En el mercado existen productos especiales, puedes optar por comprarlos y limpiarlos de manera cotidiana. Igual debes tener cuidado de no rayar el vidrio.
No usar agua caliente
Al momento de enjuagar los lentes, no uses el agua caliente ya que podría dañar los tratamientos de la luna.
Secado
Si utilizas paño para secar los lentes, busca aquellos que sean de microfibra o de algodón. Mantén un paño especial para la limpieza de los lentes.
Guárdalo en el estuche
La mejor manera de cuidar los lentes de posibles daños, es tenerlos guardados en su estuche. No coloque los lentes sobre la mesa con las lunas hacia abajo.
Con información de Diario 2001