Los gatos castrados tienen grandes beneficios no solo para el animal sino incluso para el propietario de la mascota.
Castrar a tu gato es una decisión muy importante que deben tomar como familia y bajo las recomendaciones de un veterinario que les oriente sobre el procedimiento, los pros y los contras, y cuáles son los cuidados posteriores, como por ejemplo, su alimentación.
Los gatos castrados
El veterinario es quién te recomendará cuál es el momento ideal para realizar la castración, pero por lo general se realiza entre los cinco y seis meses antes de que la mascota llegue a la madurez sexual; no obstante, en algunas ocasiones, la castración se puede realizar a partir de las ocho semanas de vida del animal.
Esta pequeña cirugía tiene muchos beneficios para su salud y evita la sobrepoblación de animales.
En hembras, elimina el riesgo de sufrir enfermedades relacionadas con los ovarios o el útero, como por ejemplo cáncer, piometra, ovarios poliquísticos y metritis.
También reduce el riesgo de enfermedades inducidas por hormonas, como por ejemplo cáncer de mama o falsos embarazos.
En machos, elimina el riesgo de sufrir enfermedades relacionadas con los testículos, como cáncer, y reduce el riesgo de sufrir enfermedades inducidas por la testosterona, como la prostatitis, adenomas y hernias perianales, e hiperplasia prostática benigna.
Tanto en hembras como en machos, la castración también evita la propagación de enfermedades de transmisión genética y la frustración sexual.
Consecuencia
Estudiosos del mundo animal señalan que luego de la castración el animal tiende a modificar algunos hábitos, gastan menos energía porque se vuelven más tranquilos.
Sin embargo, debes mantenerlo en un control veterinario y cuidar su alimentación, porque esto puede hacer que engorden con mayor facilidad o desarrollen algún trastorno urinario.
¿Cómo debo alimentarlo?
Es muy común que los gatos castrados o esterilizados tiendan a subir de peso, por lo que veterinarios sugieren cuidar su alimentación para evitar el sobrepeso en la mascota.
Para saber si el gato padece de sobrepeso debes fijarte en su grasa abdominal, si ves que las costillas son palpables pero con dificultad, debes tener cuidado para que el gato no engorde más.
Para evitar que tu gato sufra de sobrepeso debes ofrecerle una dieta adecuada sin dejar de aportarle los nutrientes que requiere.
Es fundamental que su dieta incluya menos calorías. Puedes irte por lo seguro y comprar en las tiendas, comida para gatos esterilizados, pues este alimento ya contiene menor concentración de calorías y sacia más.
Incluso, en un principio, hay que seguir las pautas del paquete, pero lo recomendable es ajustar la cantidad diaria de alimento a las necesidades reales del felino para asegurarse de que come lo que necesita, y no más.
El truco para que el gato castrado no engorde es repartir su comida diaria en raciones más pequeñas, distribuidas a lo largo del día; e incluir una rutina de ejercicios o juegos que le mantenga activo.
Por otra parte, se le deben dar alimentos ricos en proteínas y fibra para evitar que engorden. También se debe cuidar y controlar el pH de la orina para evitar los cálculos urinarios, y proteger el riñón.
Es fundamental animar al gato a beber más agua, u ofrecerle mayor cantidad de alimentos húmedos.
En caso de no estar seguro sobre cuáles son esos alimentos qué puedes ofrecerle a tu mascota, consulta con el veterinario para que le indique la dieta correcta y puedas cuidar de la salud de tu amigo felino.
Con información de Diario 2001