El bronceado es cuando la piel se expone a los rayos UVA, y ésta intenta protegerse de un daño mayor, produciendo más melanina, el pigmento de la piel que la vuelve más oscura.
En definitiva, el bronceado del que todos les encantan presumir y que en estas líneas te contaremos como puedes prolongarlo el mayor tiempo posible, se produce como un acto de autoprotección ante el daño.
¿Qué es el bronceado?
Es el oscurecimiento natural de la piel, y significa una señal de protección ante un posible daño de la piel por la exposición a la radiación ultravioleta de la luz solar.
Lucir la piel bronceada es deseable estéticamente, aunque el exceso de sol provoca daños que puede ir desde irritación cutánea, quemaduras solares y hasta desarrollo de cáncer de piel.
Para evitar mayor exposición a los rayos, te ofrecemos algunos trucos para que una vez bronceada puedes prolongar el color tostadito y no causar mayores daños en la piel.
Trucos
1.Exfoliación. Días previos a la exposición al sol se recomienda realizarse una exfoliación para eliminar las células muertas y estimular la producción de colágeno.
Esto aporta un aspecto más saludable a la piel y una vez bronceado el tono será más natural y duradero.
2. Hidratación. Mantener una piel hidratada ayudará que el bronceado dure más tiempo. No olvides aplicar crema hidratante por la mañana y por la noche, sobre todo después de la ducha.
3. Alimentación. La ingesta de algunos alimentos ayuda a que el bronceado sea más duradero.
Por tanto, para conservarlo más tiempo, ingiere alimentos ricos en betacarotenos, como el tomate, las zanahorias, las acelgas, el melón, la patilla y la lechosa. También se recomienda la auyama y los frutos rojos.
4. Beber agua. El consumo de suficiente agua ayuda mantener una piel saludable hidratada, que permitirá conservar el mayor tiempo posible el bronceado.
Un plus
Para mantener el bronceado aplícate en la piel una infusión fría de té negro con un algodón y deja secar al aire. Después, debes hidratar muy bien la piel.
Puedes hacer una crema casera con manteca de cacao y aceite de coco (mitad y mitad), por ejemplo.
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