La tos, ese sonido repentino, forzado y seco para liberar aire, no solo está relacionado con la salud e irritación de la garganta; también se asocia al aspecto emocional, específicamente a lo que está en silencio.
En otras palabras, dependiendo del tipo de tos, estas se pueden relacionar con el estrés, el miedo, la ansiedad, etc.
Expertos en psicología señalan que la tos se puede presentar en momentos puntuales, por ejemplo, cuando se tose por nerviosismo, se provoca sequedad en la boca y garganta, y genera molestias.
En tal sentido, la clave está en aprender a conocer y expresar las emociones, para no silenciarlas, sino sanarlas y mejorar el bienestar físico y mental.
Significado emocional de la tos
Tal como señalamos, la tos puede ser un grito silencioso de las emociones, y generalmente se le conoce como tos nerviosa, y suele ser seca y no constante. Además, es más frecuente por las noches.
Los tipos son:
– Seca e irritante. Cuando la persona mantiene en el tiempo una tos seca e irritante puede indicar que se siente frustrada e irritada.
– Profunda y húmeda. Puede indicar que la persona está triste o deprimida.
– Persistente. Esta se vincula con la sensación de estrés y ansiedad.
Origen emocional
Cuando este síntoma no está asociado a ninguna enfermedad o patología, es probable que tenga un origen netamente emocional y acompañar situaciones de estrés, ansiedad, depresión y nervios. Incluso, puede tener que ver con la ira reprimida, la tristeza acumulada, la hipocondría, el trastorno obsesivo compulsivo, entre otras emociones.
En otras palabras, puede ser una señal de que hay emociones reprimidas o no expresadas y que necesitan ser liberadas. Es decir, la tos es la manera que el cuerpo manifiesta físicamente la posibilidad de soltar las emociones atascadas en el interior
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