Las várices son venas que se han dilatado y se han llenado de sangre, haciendo que sean perceptibles a simple vista justo debajo de la piel.
Por lo general ocurren en las piernas, pero también se pueden formar en otras partes del cuerpo. También, suelen aparecer en personas de la tercera edad, sobre todo en mujeres, y personas con problemas de obesidad o embarazadas.
Esto genera problemas de circulación sanguínea, muy perjudiciales para la salud. Quienes las sufren en las piernas poseen pesadez en las extremidades, calambres, picazón e incluso fuertes dolores.
Hacer ejercicio, perder peso, elevar las piernas al descansar y no cruzarlas al sentarse puede ayudar a evitar que las várices empeoren. El uso de ropa suelta y evitar largos períodos de pie también puede favorecer.
Son una condición que el médico puede revertir con diferentes tratamientos como cirugía, láser y escleroterapia. Pero nosotros aquí te contamos cómo mejorar su apariencia con simples consejos que debes hacer hábito.
La alimentación balanceada es clave para mantener unas piernas sanas. El evitar el consumo excesivo de frituras, nos mantendrá en nuestro peso ideal.
De igual modo hay que consumir con moderación bebidas alcohólicas, tabaco, cafeína, té, azúcares y harinas procesadas.
El tener una dieta balanceada sin ejercitarnos, nos dará la mitad del resultado. El mantener nuestro cuerpo en forma, haciendo ejercicio, ayudará notablemente a la mejora de las várices. Que recordemos, se presentan de muchas formas, además de en las piernas, como es el caso de las hemorroides, que también es una várice.
Cuidados para las várices
Remedios caseros
– El aceite de oliva tiene propiedades antiinflamatorias, tonificantes y relajantes. Que, después de ser absorbidas a través de la piel, reducen el tamaño de las venas dilatadas y activan el flujo sanguíneo. Calienta un poco el aceite de oliva y coloca sobre las várices masajeando suavemente por unos minutos. Repite el proceso dos veces al día por dos meses.
– Las semillas de tomate contiene ácido salicílico que tiene propiedades similares a la aspirina y funciona como anticoagulante. Por lo tanto, son efectivas en la prevención de la formación de coágulos y mejoran considerablemente el flujo sanguíneo. Influyendo en el grosor, la fuerza y la fluidez de nuestras membranas, lo que permite que los nutrientes se absorban y así evitar la entrada de toxinas.
– Las coles de Bruselas son ricas en fibra insoluble, betacaroteno, vitaminas B1, B6, K, E y C, y una serie de minerales como calcio, yodo, magnesio, hierro y azufre. También están cargadas de antioxidantes y fitoquímicos. Cuando estos tocan el área afectada, llegan a las venas a través de los poros y ayudan a que la sangre se coagule, deteniendo así la filtración de sangre. Licúa tres hojas de col y cuela. Aplica el jugo extraído de las hojas sobre las várices, tres veces por día, por un período de dos meses.
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