La tecnología agrícola ha experimentado un sustancial incremento respecto al interés que suscita en los últimos años. Una buena parte de ese interés surgió a raíz de la pandemia de Covid19 y, desde entonces, dicho interés no da señales de fatiga o de perder fuerza. Así pues, se ha producido un incremento de la financiación para las empresas que trabajan con este tipo de tecnología, para que desarrollen las soluciones ya existentes o creen otras nuevas.
Este interés tampoco es repentino, los efectos del cambio climático son cada vez más notorios y fuertes, sumando al constante aumento de la población mundial, lo que obliga a pertrechar a los agricultores con tecnología y herramientas que les permita producir más alimentos con menos recursos y, además, de forma sostenible. Estas soluciones deben ser accesibles a todos, sin importar si se tiene una gran explotación agrícola o un pequeño terreno, con el fin de eliminar las desigualdades existentes.
Gracias al impulso obtenido por parte de gobiernos, inversores y la positiva respuesta y aceptación por parte de la comunidad agrícola internacional, se espera que 2022 sea un año récord para este sector y el año que viene sea incluso superior. Algunas de las tecnologías usadas en la agricultura, como la monitorización por satélite, no solo son de gran utilidad, sino que, además, se ven beneficiadas por los avances en otras tecnologías como la inteligencia artificial o el aprendizaje automático.
Sequías, inundaciones, fuertes lluvias o temperaturas inusualmente altas causan el deterioro o la total destrucción de las cosechas. Aunque la mayoría de esos fenómenos meteorológicos no se pueden evitar, saber de forma anticipada cuándo se van a producir puede ayudar a los agricultores a estar preparados y minimizar el daño que causan. Para ello, es común el uso de imágenes de satélite y otros datos satelitales a la hora de predecir fenómenos extremos y de trazar un plan de acción eficaz contra ellos.
Las imágenes de satélite también son parte fundamental de las soluciones de teledetección que se usan en la agricultura de precisión, una de las variantes de la agricultura sostenible, la evolución a la agricultura tradicional. La agricultura de precisión es la respuesta a esa necesidad de generar más con menos, no solo para proteger al medio ambiente, sino para hacer que la actividad agrícola reduzca sus costes sin perjudicar a la productividad y la calidad de los cultivos.
Una de las herramientas más útiles para desarrollar la agricultura de precisión con garantías es EOSDA Crop Monitoring. El equipo de EOS Data Analytics, proveedor mundial de análisis de imágenes de satélite impulsados mediante IA, desarrolló este software para el análisis de imágenes satelitales para agilizar las operaciones agrícolas, sin importar el tamaño de la explotación, y contribuir a un desarrollo sostenible. La agricultura es uno de los sectores donde más ha costado adoptar tecnología digital, especialmente debido a limitaciones como la falta de acceso a Internet en algunas zonas, y el arraigo a lo tradicional. En el caso de que el sector no adoptase este cambio a mejor, perdería un gran potencial que repercutiría en la calidad de vida de millones de persona en todo el mundo.
Las imágenes de satélite en EOSDA Crop Monitoring son la base del análisis proporciona una visión completa y real de las condiciones del campo. Gracias a tecnologías como las mencionadas anteriormente, sumado a algoritmos matemáticos como índices de vegetación, los agricultores pueden conocer la calidad del suelo de su explotación agrícola y la salud de sus cultivos para evaluar el nivel de productividad actual. A esos datos se le suma la información obtenida de diferentes fuentes verificadas sobre las condiciones climatológicas para poder mostrar la previsión meteorológica a corto plazo (14 días).
Las ventajas de usar EOSDA Crop Monitoring son múltiples, pues permite a los agricultores monitorizar y controlar el desarrollo de los cultivos en varias etapas de crecimiento; optimizar la aplicación de insumos como agua o fertilizantes mediante el uso de mapas VRA (aplicación de tasa variable); planificar las actividades de campo en función del clima, para, por ejemplo, no regar cuando se esperan lluvias; descubrir qué zonas del campo tienen problemas gracias a los mapas de productividad y vegetación; u organizar tareas de exploración en el campo cuando sea necesario. Para este último punto, la herramienta cuenta con una app específica para exploradores, que pueden utilizar en sus visitas al campo. La app guía a la persona hasta la zona con problemas indicada en la tarea y en ella puede rellenar un informe en el que indique sus observaciones y adjuntarle fotos tomadas in-situ. La app funciona sin conexión a Internet y los informes generados en el dispositivo del explorador se comparten con el resto de usuarios tan pronto como la conexión vuelva. Gracias a las funciones de las cuentas de equipo, el administrador de la cuenta puede seleccionar el nivel de permisos de cada usuario, para determinar a cuánta información puede acceder cada uno.
Para potenciar las funciones de EOSDA Crop Monitoring, EOS Data Analytics está ultimando los detalles del lanzamiento del primer satélite de la compañía antes de que acabe 2022, que, junto a otros 6 satélites iguales, formarán EOS SAT, la primera constelación de satélites cuyo objetivo es proporcionar información exclusivamente al sector agrícola. Los datos no solo serán de mayor calidad que los de otros satélites comerciales, también se proporcionarán más rápido gracias a una visita más frecuente de los territorios agrícolas. La misión de EOSDA siempre ha sido la de potenciar las prácticas sostenibles en todo el mundo, de ahí que su trabajo esté en consonancia con varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible creados por la ONU, para que el día de mañana se pueda seguir disfrutando de los recursos del planeta.
