Hace 25 años arrancó la saga Harry Potter, y para celebrarlo, un nuevo videojuego, Hogwarts Legacy, sale este viernes.
Su lanzamiento se produce primero en el entorno PC y las consolas PlayStation 5 y Xbox Series, y posteriormente en la Playstation 4 y la Xbox One.
El juego propone encarnar un estudiante de la famosa escuela de hechiceros, con cursos de magia y múltiples desafíos.
«Sabíamos que si los jugadores pudieran vivir las mismas situaciones eso sería un sueño hecho realidad», explicó a AFP Alan Tew, realizador del juego, producido por el estudio Avalanche y el gigante estadounidense Warner Bros.
«El juego es una mezcla entre el universo de Harry Potter, que acompañó nuestra infancia, y la posibilidad de jugar en un mundo abierto como el de Grand Theft Auto», explica el empresario francés Quentin Seigneur, de 31 años, fan declarado de la serie.
Grand Theft Auto es un juego con múltiples escenarios, en el que el usuario elige sus misiones que van modificando su recorrido por el escenario urbano de la serie.
La polémica con Rowling
La autora de Harry Potter, la británica J. K. Rowling, es desde hace varios años objeto de la ira de los activistas de los derechos de las personas trans, porque se opone a la generalización del uso del término «mujer» a los hombres que desean cambiar de sexo.
Rowling, que se declara feminista y ha llevado a cabo varios proyectos contra la violencia sexual, también se declara hostil a las leyes y programas que facilitan las operaciones de cambio de sexo para menores.
«En el juego Hogwarts Legacy el usuario podrá elegir si quieres que se refieran a ti como mago o maga. En la mayoría de casos, eso afecta el dormitorio donde empezarás tu viaje, en Poudlard», explica Alan Tew.
A pesar de todo, algunos sitios especializados, como The Gamer en Canadá, decidieron ignorar el lanzamiento del juego, aunque sin llegar a pedir un boicot, a causa de la polémica que rodea a la autora.
Una llama que sigue viva
Los quince libros publicados en relación con el universo potteriano siguen siendo un éxito de ventas, y muchos padres que vivieron la fiebre en su momento mantienen la llama comprando las obras para sus hijos.
«Harry Potter es como una evasión. Me transportó a un universo imaginario», explica Kyle Thomas, de 32 años, un canadiense que de paso por Londres decidió ir a ver la obra de teatro Harry Potter y el legado maldito.
«¡Es algo que atraviesa todas las generaciones!» exclama Quentin Seigneur.
Con información de El Nacional